El estiércol acumulado en Vargas vuelve a arder y humea a Arinaga

En la tarde de este viernes actuaban en la zona dos tractores. Removían el estiércol en dos puntos distintos de la explanada de hasta 5.000 metros cuadrados que en su día fue cubierta de forma ilegal por toneladas y toneladas de excrementos de animales. Son los dos focos que han ardido en este nuevo incendio. Los bomberos calculan que entre los dos suman unos 300 metros cuadrados. Sobre las cinco de la tarde de ayer ya no había llamas, al menos a simple vista, pero no paraba de salir humo. Esta maquinaria trata de abrir caminos en mitad del vertedero para que hagan las veces de cortafuegos y eviten que el incendio, latente bajo la superficie de estos residuos orgánicos, camine sin obstáculos por este basurero. Además, según explica la concejal de Medio Ambiente, Jéssica Santana, los tractores, asistidos por camiones, intentan también cubrir los dos focos con tierra limpia, método al que ya recurrieron en la ocasión anterior.

Con los bomberos

Detalla la edil que llevan dos días actuando y que en el dispositivo han estado los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, la Policía Local, Protección Civil y la maquinaria contratada por el Ayuntamiento.

Fuentes del consorcio de bomberos precisan que esta gigantesca montaña de estiércol lleva ardiendo desde la mañana de este jueves y advierten de que entre el material del que se nutre el fuego hay también restos derivados de la agricultura. Sus efectivos actuaron además durante la pasada noche del 23 al 24 de abril y lograron controlar las llamas, pero subrayan que esa actuación no extingue, sin embargo, el fuego, que sigue latente bajo el estiércol. Para su apagado definitivo es crucial la labor que este viernes ejecutaban los dos tractores. El alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, explicó en su día que el efecto que se genera bajo los excrementos es el de una descomunal carbonera.

Todavía este viernes por la tarde se apreciaba a simple vista la columna de humo que salía del vertedero y cogía rumbo sur, hacia el populoso enclave urbano de la playa de Arinaga.