La Policía Nacional ha detenido, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, Gran Canaria, a una mujer que organizaba rituales neochamánicos donde se suministraban sustancias psicoactivas prohibidas y peligrosas para la salud. La arrestada está imputada como presunta responsable de delitos contra la salud pública e intrusismo profesional.
Los agentes intervinieron cuando iba a dar comienzo un ritual en el que se ofertaban estas sustancias psicoactivas, las cuales actúan como herramienta de captación y control de los asistentes, así como fuente de financiación para la organizadora de los encuentros. En algunos casos, estas sustancias son utilizadas como terapia sustitutiva de la medicina convencional, lo que facilita la manipulación mental y causa a los consumidores una situación de mayor vulnerabilidad.
¿Qué sustancias usaba?
La organizadora publicitaba a través de las redes sociales y sitios web dichos rituales, así como las sustancias psicoactivas que se facilitaban, tales como ayahuasca, que provoca efectos aluginógenos; sapo bufo, que puede producir alucinaciones, taquicardias, pérdida del conocimiento y, en ocasiones, la muerte; rana kambo, que supuestamente es 40 veces mayor que la morfina; o cactus de San Pedro que tiene propiedades alucinógenas que provocan aceleración del ritmo cardíaco y dilatación en las pupilas.
Se ha podido comprobar que en estos rituales participaban, en algunas ocasiones, menores de edad. En el registro practicado con ocasión del operativo policial en el que esta mujer resultó detenida, se han intervenido numerosos recipientes con varias clases de sustancias, utensilios empleados para su consumo y dosificación, y gran cantidad de elementos utilizados habitualmente por chamanes originarios de la cuenca del Amazonas durante la celebración de esta clase de rituales.
Se trata de una operación desarrollada por la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de las Palmas, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número Tres de San Bartolomé de Tirajana, que se inició gracias a la colaboración ciudadana a través del correo electrónico sectas.destructivas@policia.es.
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