Cuatro héroes sin capa pero con placa

Los cuatro recuerdan con especial orgullo su intervención que consideran una de las acciones más importantes que pueden desempeñar como agentes. «Como policía, como profesional, de las cosas de que más me impactan son los servicios humanitarios, salvar la vida de una persona es fundamental. Es una de las labores de la Policía Nacional que más orgullo me da», explica Agustín.

Todo comenzó sobre las 04.30 horas del pasado lunes 24 de febrero cuando recibieron el aviso de la sala alertando de la presencia de un hombre inconsciente en la calle Navarro. «Cuando llegamos ya se encontraban dos efectivos de la ambulancia asistiendo al señor que estaba en el suelo. En un determinado momento comenzó a convulsionar y a salirle espuma blanca por la boca. En ese instante la doctora nos dijo que iba a realizarle la reanimación cardiopulmonar. El problema fue que el afectado era demasiado corpulento y no ejercían la suficiente fuerza para que el corazón bombeará la sangre. La doctora nos solicitó si podíamos hacer la reanimación y nos pusimos a ello bajo su coordinación. Colaboramos en todo lo que nos iba diciendo», explica Aaron.

Mientras uno hacía las maniobras de reanimación otro sujetaba el suero, un tercero las agujas y un cuarto la linterna ante la falta de luz. Se fueron rotando en las tareas siguiendo las órdenes e indicaciones de la doctora. Fueron 20 minutos de trabajo sin parar que les dejó exhaustos pero sobre todo satisfechos por lo conseguido. «Fueron 20 minutos pero nos pareció una eternidad», añade Carlos.

Cuando la víctima quedó estabilizada tuvieron que ayudar a su incorporación desde el suelo a la camilla y desde allí a la ambulancia. «Cuando terminó la doctora y los compañeros del servicio sanitarios se acercaron a nosotros y nos dieron las gracias, nos dijeron que habíamos sido muy valientes y que gracias a nosotros habían podido salvarle la vida», destaca Aaron. Un agradecimiento que también les hicieron estos cuatro agentes al personal sanitario con el que trabajaron en este servicio. «Lo mejor de todo fue la unión entre nosotros y el personal sanitario. El servicio sanitario y la Policía Nacional, al menos en Telde, tienen muy buena relación y conexión. En cada servicio conjunto queda de manifiesto que hay muy buena relación», subraya Agustín.

Fueron un equipo completamente coordinado y engrasado que consiguió revertir una situación crítica salvándole la vida a una persona. ««La madre nos dio las gracias y un abrazo antes de que se marchara el hijo en la ambulancia. Es lo que cuenta al final. Te vas con el beso de la madre y su agradecimiento y sabiendo que va a seguir adelante con su vida gracias al pequeño esfuerzo que hicimos», destaca Aaron.

Días después del servicio humanitario realizado los agentes se acercaron hasta el Hospital Universitario Insular donde fue evacuado el afectado para comprobar que se encontraba estable dentro de la gravedad y pendiente de una operación.