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Veranos de 4 meses

Veranos de 4 meses

¿No le parece que cada vez llega antes el calor? Así es: cada año el estío se adelanta un día

Agencias

Jueves, 16 de julio 2020, 13:29

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Este sábado 20 de junio a las 23.44 horas comienza el verano. Durará 93 días y 15 horas, hasta el próximo 22 de septiembre, y en estos tres meses largos tendremos dos eclipses: un eclipse anular de Sol (21 de junio) que no será visible desde España y un eclipse penumbral de Luna (5 de julio) que sí. La información es la oficial, la recogida en la web del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Pero si le preguntamos a los meteorólogos, ‘corrigen’ las fechas: «Nuestros veranos ya no son de tres meses, sino de cuatro», lanza Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Española de Meteorología (AEMET). ¿Cómo? ¿Un mes más de playa y de terrazas por la tarde? Suena sugerente, pero no es una buena noticia, sino la evidencia de las consecuencias del cambio climático. «En los últimos cuarenta años el verano ha adelantado su inicio 7 días y se ha alargado otros 3 por década. Esto hace una media de un día ‘más’ de verano al año, unos cuarenta desde finales de los años 80. De hecho, este año podemos afirmar, meteorológicamente hablando, que el estío no empieza hoy, sino que en lugares como Sevilla, Córdoba y Badajoz se inició el pasado 20 de mayo. Y mas todavía se adelantó, hasta el 10 de mayo, en el año 2012», hace memoria Del Campo.

Lo sabe con esa precisión porque el alargamiento de la campaña estival lo tienen cuantificado en Aemet con datos. «El climatólogo César Rodríguez Ballesteros ideó un sistema para comprobarlo. Anotó la temperatura desde 1981 a 2010 correspondiente a las fechas entre el 18 y el 24 de junio (inicio del verano) y el 18 y el 24 de septiembre (fin de la estación) y sacó el promedio. Luego ha ido comprobando, año a año, en qué momento esa media se superaba por primera vez durante siete días seguidos. Estableció siete días porque si son menos se pueden considerar episodios puntuales de calor mientras que si se mantiene una semana hablamos de tiempo estable».

Este año ese umbral de siete días de calor se superó el 20 de mayo, cuando faltaba un mes para que diera inicio el verano oficial. «Hemos tenido el mayo más cálido desde 1965. De hecho, el récord de temperatura en lo que llevamos de 2020 se registró el 23 de mayo: 38,5 grados en la estación automática de Aemet en Doñana (Huelva)».

Casi 44 grados

Sin embargo, estamos teniendo «un junio fresco». Como los junios de hace cincuenta o sesenta años, vaya. «Junio y septiembre han sido, tradicionalmente, meses de transición en los que no se solía llegar a temperaturas muy altas. Pero hoy esa transición (el entretiempo, que se dice) se hace en mayo y octubre, y junio se ha convertido en época de canícula. En septiembre se nota menos, aunque hace cuatro años hubo una ola de calor».

Seguro que nos acordamos más de la que hace tres años, a mediados de junio, incendió medio Portugal. «En este década ha habido dos momentos excepcionales en lo que se refiere a olas de calor. Una fue esa de 2017, que empezó el 13 de junio y acabó el 21; y la otra fue la del año pasado, más corta (del 26 de junio al 1 de julio) pero más intensa, ya que se alcanzaron 43,9 grados en Quinto de Ebro (Zaragoza) y Girona el 28 de junio. La estación del parque del Retiro, en Madrid, que lleva allí un siglo, marcó 40,7 grados. Y en un pueblito del sur de Francia el termómetro se disparó hasta los 45,9, la temperatura más alta en la historia del país», enumera Del Campo. Para que nos hagamos una idea de lo «exagerados» que fueron esos 40 y tantos grados en el mes de junio y en el norte de España, un dato: las temperaturas máximas en esas zonas y para esas fechas alcanzan, en promedio, entre 27 y 32ºC, es decir entre diez y quince grados menos.

En todo caso, la excepcionalidad de estas dos olas no fue tanto su duración e intensidad, que también, sino la fecha temprana en la que se produjeron: junio. «Hasta mediados del siglo pasado olas de calor intensas en el mes de junio podía suceder una cada cien años. En la actualidad, la probabilidad de que eso ocurra ha aumentado diez veces y cabe esperar una por década». En esta (década) ya hemos tenido dos... Unos sofocos puntuales, intensos y peligrosos que elevan la temperatura planetaria, que se calienta «por razones naturales y por efecto del cambio climático».

El desbarajuste de ‘El Niño’

«Existen fenómenos cíclicos como ‘El Niño’, un fenómeno oceánico-atmosférico que sucede cada 5 o 7 años. Las aguas del Pacífico Oriental se calientan y los vientos alisios dejan de soplar, lo que desbarajusta el clima bastante. Las consecuencias más llamativas son inundaciones en zonas ‘secas’ como América del Sur, donde al dejar de soplar los alisios que estabilizan la atmósfera al mantener las aguas del Pacífico frías, se generan nubes de lluvia que dejan fuerten precipitaciones. Y al revés, en zonas muy lluviosas del planeta, a causa de este cambio en el régimen de vientos provocado por ‘El Niño’, sufren sequías».

Este y otros fenómenos naturales elevan la temperatura media del planeta, «pero sin la acumulación de gases de efecto invernadero y CO2 no se llegarían a los datos de récord a los que estamos llegando».

En España, en América del Sur... y en la Antártida. No es una forma de hablar, sucedió el último verano antártico: «Se llegó a 18 grados, una temperatura altísima. Vale que lo provocó un fenómeno natural, un viento cálido procedente del norte que, al travesar una montaña y bajar, hizo que la temperatura se disparara. Pero detrás de esa cifra tan alta subyace el cambio climático».

Además del estudio del climatólogo de Aemet que cada año ‘pone fecha’ al inicio del verano, cualquier dato estadístico relacionado con el calor apunta en la misma dirección: «Nueve de los diez veranos más cálidos de nuestra historia se han registrado en este siglo y tres de los cuatro más calurosos han sido los de 2015, 2016 y 2017». Esos años la temperatura media se situó en 24,5 grados, cuando lo normal son 23. «Grado y medio más parece poco pero es mucho».

Datos

19,4 grados

se registraron en el verano más frío que recuerdan las estadísticas de la Agencia Española de Meteorología, el de 1977: «Fue inusualmente lluvioso y frío y en el Norte no hubo prácticamente verano».

25 grados

fue la temperatura media del verano de 2003, el más cálido de nuestra historia. «Se registraron importantes olas de calor en toda Europa. En España se anotaron dos grados por encima de la media. Es una barbaridad».

¿Qué referencia usa Aemet para hablar de temperatura ‘normal’?:

La temperatura media del verano en España son 23 grados y este dato se obtiene teniendo en cuenta máximas y mínimas del llamado ‘periodo de referencia’, que abarca «los últimos treinta años». Actualmente en Aemet están usando el periodo de referencia que va de 1981 a 2010.

El verano climatológico:

Para dar datos del verano los meteorólogos usan las temperaturas registradas del 1 de junio al 31 de agosto, que no coincide con el verano oficial del calendario.

La última semana de mayo:

En la actualidad es la fecha que los meteorólogos consideran más acertada para marcar el inicio de la campaña estival, desde el punto de vista del clima. Este año incluso antes: el 20 de mayo en los puntos más calurosos del país.

¿Y octubre?

Oficialmente octubre pertenece a la estación de otoño «pero hay años en los que este mes tiene un comportamiento plenamente veraniego y puede tomarse casi como una prolongación de la estación», advierten en Aemet.

Y este verano... ¿qué tiempo hará?

«El escenario más probable es que este verano que arranca este sábado sea más cálido de lo normal, a excepción del noroeste peninsular. También sería previsiblemente que fuese más seco de lo habitual. Es decir, que, en principio, habría pocas tormentas. Salvo en Canarias, donde las lluvias durante la campaña estival serían las normales, o sea, prácticamente testimoniales», informa Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Española de Meteorología (AEMET).

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