La soledad es uno de los grandes problemas de las sociedades modernas. En Reino Unido acaba de ponerse en marcha una secretaría de Estado dedicada a mitigar las consecuencias de ella entre la población, especialmente entre los mayores, el colectivo más vulnerable.
En Canarias el pasado mes de agosto se puso en funcionamiento el llamado Teléfono de las Personas Mayores (900 707 020), un servicio del Gobierno regional que gestiona la ONG el Teléfono de la Esperanza que dirige en las islas José Cabrera.
Entre el 12 de agosto y el 12 de noviembre del pasado año, esto es, en los primeros tres meses de funcionamiento, el servicio atendió a 2.668 personas. De ellas, 304 eran familiares o allegados de mayores que solicitaban ayuda o información para motivarlos, el resto, 2.364 llamadas, las hicieron directamente personas mayores que se sentían solas, es decir, el teléfono recibe una media diaria de 26 llamadas.
«Es un número relativamente alto para el poco tiempo que lleva en funcionamiento. Hay que tener en cuenta que ha tenido una difusión modesta», recuerda Cabrera.
La mayor parte de las llamadas las realizan mujeres (1.370), de entre 60 y 69 años, pero una cifra no despreciable, 426, son hombres y mujeres de 76 años o más.
De los datos recabados, además, se extrae que el principal motivo por el que se acude a este teléfono es la soledad o la incomunicación, llaman «para hablar o desahogarse con alguien». Y es que casi el 60% de las personas que llaman viven solas, en muchas ocasiones porque son viudos o viudas.
En estos momentos la ONG tiene dedicados a este teléfono a dos trabajadores. «Además de hablar les orientamos, les buscamos actividades con otras personas o los acercamos a centros de mayores para ayudarles. Ahora mismo estamos formando a voluntarios para que les acompañen en esos primeros momentos porque es difícil para esas personas que están en un proceso de soledad», explica Cabrera.