Condenan a los falsos catatónicos y absuelven al médico
Los cuatro hermanos que había sido acusados por el delito de estafa al simular que padecían catatonia para cobrar pensiones, han sido condenados por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial mientras que le médico ha sido absuelto por la prescripción de sus delitos.
Según el fallo, Eugenio Almeida Jorge ha sido condenado a 3 años y 6 meses por un delito de estafa agravada. Por su parte, Eliria Almeida Jorge tendrá que cumplir 21 meses de pena, Rosa Almeida Jorge, 10 meses y 16 días de prisión, y Claudina Almeida Jorge, otros 10 meses y 16 días, todos ellos por el delito de estafa, con la atenuante de dilaciones indebidas y reparación del daño.
Por otro lado, la Sala ha decidido absolver al médico Ranulfo León Rosas del delito de estafa agravada, estafa y falsedad, de los que venía siendo acusado al declarar prescrita su responsabilidad criminal.
Los acusados deberán indemnizar al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a través del INSS, en las siguientes cantidades: Eugenio Almeida Jorge, con la cuantía de 37.503,78 euros. Rosa Almeida Jorge, una suma de 16.730,66 euros y Dª Eliria Almeida Jorge, un total de 32.004,79 euros.
Finalmente, Claudina Almeida Jorge deberá indemnizar a la entidad mutualista Muprespa en la suma de 14.374,73 euros y Eugenio Almeida Jorge indemnizará a la Entidad Mapfre en la suma de 172.365,09 euros.
Engaño
El fiscal Pedro Javier Gimeno consideró probado que en el año 2006 los cuatro hermanos –tres mujeres y un varón– «se confabularon con intención de obtener prestaciones de incapacidad permanente de la Seguridad Social en sus distintos grados, fingiendo sintomatología clínica falsa para simular una situación de incapacidad absoluta para trabajar a través de síntomas clínicos exagerados, ya sea naturalmente o mediante la ayuda de fármacos, que no se corresponden con la realidad de los diagnósticos clínicos ni con la actuación en su vida diaria laboral entre los años 2006 y 2008».
Asimismo, el Ministerio Fiscal había agregado que los encausados lograron engañar a los médicos del INSS «con la ayuda de informes clínicos» emitidos por el médico y consideró que el facultativo regentaba en aquellas fechas una clínica «sin titulación conocida alguna y atribuyéndose la condición de neuropsiquiatra». La acusación de la Seguridad Social asegura que el facultativo elaboró informes médicos atribuyéndole a los hermanos diagnósticos falsos de psicosis, trastorno bipolar o epilepsia y a cambio «recibía una contraprestación económica».