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Jueves, 16 de julio 2020, 17:07
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Durante los diez años de suspensión, el sacerdote deberá residir en un monasterio o convento fuera de la Diócesis de Astorga y después podrá vivir en la Casa Sacerdotal y celebrar la eucaristía con autorización expresa, según explicó ayer el obispo de Astorga (León), Juan Antonio Menéndez.
El obispo informó en rueda prensa de la resolución de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la investigación abierta para aclarar los supuestos casos de abusos sexuales cometidos por este cura en el citado centro educativo, que ha considerado probados. Recordó los hechos fueron cometidos entre 1981 y 1984 y se desvelaron después de que un exalumno denunciase en febrero del pasado año que había sido víctima de abusos cometidos por el sacerdote ahora apartado de sus funciones.
El prelado insistió en que, aunque sean delitos que han prescrito civil y canónicamente, ordenó personalmente una investigación «exhaustiva» y dio cuenta de ello a la Santa Sede. La investigación previa concluyó en junio del pasado año, y sus conclusiones y actas fueron enviadas entonces a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el organismo competente para juzgar estos casos.
Este organismo encomendó al obispo abrir un proceso administrativo penal y, una vez finalizado, declara probados los hechos denunciados y, por tanto, la comisión de «un delito grave de abusos sexuales a menores».»
«Se la ha impuesto una pena muy dura», señaló el obispo, que incidió en que lo elevado de la suspensión se debe a la «reincidencia».
La investigación se centró, explicó el obispo de Astorga, en la denuncia presentada y no se ha entrado en consideraciones sobre si pudiera haber más víctimas.
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