«Se masajeaba sus partes frente al agente, chulesco»
El agente autonómico O.E. aseguró ayer en el juicio contra el exsubinspector Carmelo Sosa que en una ocasión vio al acusado en el vestuario desnudo y «masajeándose sus partes» en actitud «chulesca» frente a uno de los policías que le acusan de acoso laboral.
Antonio F. de la Gándara y /Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 8 de noviembre 2017, 08:00
El policía autonómico O.E., agente del cuerpo canario desde el año 2009 hasta la actualidad, aseguró ayer, en la segunda jornada del juicio por presunto acoso laboral contra el exsubinspector del cuerpo Carmelo Martín Sosa Déniz, que en una ocasión, en los vestuarios de la base de la capital grancanaria, había visto como Sosa Déniz, tras salir de la ducha, se había puesto frente al agente presuntamente acosado D.D.B., «masajeándose sus partes» enfrente de éste «de forma nada normal, chulesca».
El testigo aseguró bajo juramento que era habitual que cuando Déniz estaba en los vestuarios en presencia de D.D.B. también dijera en voz alta, «aquí no hay policías de verdad»; sin nombrar a D.D.B. pero de forma que «todos sabíamos que se refería a él».
El agente reconoció que era uno de los policías que en 2013 habían testificado contra Sosa Déniz en el caso ladrillo, un proceso penal abierto por detención ilegal y falsedad que acabó con la condena a Sosa Déniz a cuatro años de prisión, confirmada por el Supremo hace poco menos de un mes.
A preguntas del fiscal Miguel Pallarés, que en el presente proceso pide inicialmente para Sosa tres años de cárcel por sendos delitos de acoso laboral sobre los agentes D.D.B. y J.G.A., el testigo aseguró que el subinspector asignaba a D.D.B. «sin criterio objetivo» destinos incómodos como la vigilancia del centro comercial de Puerto Rico en solitario y sin moverse de la puerta del centro durante horas, patrullar por la playa de La Laja o atender llamadas en el Cecoes, misiones que nadie quería.
Afirmó que tras las denuncias del caso ladrillo en febrero de 2013, Sosa Déniz fue contra los policías que lo habían denunciado de forma indiscriminada, y sin no les pillaba en un fallo, «se lo inventaba».
La novia
La mayoría de los mandos policiales que prestaron declaración ayer a instancias de la defensa de Carmelo Martín Sosa lo hicieron para defender su gestión. El comisario Luis Santos Jara aseguró que el problema que tenía el denunciante D.D.B. no era que su jefe le acosara, sino que estaba afectado porque su novia lo había dejado.
Asistente. También se escuchó ayer el testimonio de L.R., asistente de Sosa mientras fue el jefe de la base de Gran Canaria. Afirmo que en ningún momento había visto a su superior propasándose con los agentes.
Sicho. El exsubcomisario Luis Sanmartín negó la teoría de las acusaciones de que si Sosa desautorizaba los permisos que pedían los policías, esa desautorización ya no tenía vuelta atrás. Aseguró que el sistema informático que servía para administrar el cuerpo, el Sicho, tenía tres instancias, y explicó que lo que supuestamente desautorizaba Sosa pasaba a revisión por sus superiores.
«Militroncho». Entre la profusa testifical que se vio ayer, se encontraba el testimonio del agente J.V.G., que confirmó que los servicios que se le asignaban a D.D.B. eran «diferentes a los del resto, eran a los que nadie quería ir». Aseveró que, para pedir cambios de turno, D.D.B. le pedía a los compañeros con los que se iba a cambiar que acudieran ellos a pedírselo a Sosa Déniz como si fueran los interesados. Confirmó además que había oído al acusado diciendo ante D.D.B. «hay policías que no sirven» y llamando a J.G.A., el otro presunto acosado, «militroncho». Reconoció que él mismo había denunciado al hoy acusado en otro proceso por acoso laboral.
«Maricones». O.C.L., otro de los agentes, confirmó haber oído a Sosa diciéndole a D,D.B. que «no era un policía» y que
había gente que «sólo servía para estar rodeada de putas y maricones» mirando hacia él.
Particular. En contra de lo que se publicó ayer, Javier Guerra, el abogado que asiste a Sosa en el juicio, no cobra del Gobierno canario. No obstante, durante la instrucción al expolicía le asistió el abogado de la Comunidad Autónoma Javier Bordonau, ahora defensor de la Comunidad por su emplazamiento como responsable civil subsidiaria.
Visto. El agotador juicio podría acabar hoy, con las periciales forenses y los informes finales.