Borrar
«Algunas unidades de Cuidados Intensivos están en fase de colapso» por el coronavirus

«Algunas unidades de Cuidados Intensivos están en fase de colapso» por el coronavirus

Los responsables de las unidades celebraron una teleconferencias para compartir experiencias en un estado de prealarma y prepararse para atender en poco tiempo a 10.000 pacientes en cuidados intensivos, y sin espacio.

Doménico Chiappe / Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los jefes de Servicio de las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales españoles celebraron una teleconferencia este miércoles para repasar el Plan de Contingencia que la sociedad médica que los agrupa había consensuado y redactado. El objetivo era que las experiencias de Madrid, País Vasco y Cataluña, que ya tienen semanas afrontando la pandemia, fueran compartidas con los que están en un estado de «prealarma».

«Hablamos de tres fases», explica Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) y jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Vall d’Hebron. «La primera es de inicio de la pandemia; en la segunda hay saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y en la tercera, colpaso. Algunas unidades de Madrid están en la fase de colapso, y de Cataluña lo estarán la próxima semana».

–¿Cómo afecta este colapso al sistema sanitario?

–Obliga a utilizar recursos fuera de las UCI y adaptar zonas que habitualmente no son de cuidados intensivos, como las de reanimación, con equipamiento y profesionales.

–¿Cómo se transforman esas otras áreas?

–Hay que buscar monitores y respiradores. Para el uso asistencial reclutamos equipamiento que proviene de quirófanos, ahora que baja la actividad de la cirugía programada, e incluso los que se usan para docencia e investigación.

–¿Qué perfil tienen las personas con coronavirus que requieren entrar a la UCI?

–Son pacientes que tienen neumonía con insuficiencia respiratoria. Suele ser bilateral, es decir, de los dos pulmones. A la mayoría la tenemos que intubar y conectar a ventilación mecánica. Van a necesitar una estancia en la UCI de alrededor de 20 días.

–¿Suelen ser los grupos más vulnerables?

–El término de vulnerabilidad se refiere a qué pacientes están falleciendo de infección por COVID, y se encuentra en las poblaciones de más edad. Pero hay casos a partir de los 25 años y en cualquier grupo de edad. Lo que pasa es que los más jóvenes y sin comorbilidades tienen más posibilidades de sobrevivir.

–¿Temen las bajas de médicos por contagio?

–Afortunadamente el contagio profesional es muy bajo. La mayoría de médicos de baja con infección la adquirieron fuera del ámbito laboral. Pero es muy importante que podamos seguir trabajando con todos los elementos de protección individual.

Desgaste personal

En el plan de contingencia para las UCI se plantean varios escenarios. En el más probable hay una ocupación superior al 100%. «Vamos a tener que ocupar otros espacios del hospital, no tenemos ninguna duda», dice Ferrer. «Estamos muy expectantes a ver cómo funciona la contención».

–Ahora hay 774 pacientes en las UCI, según Sanidad. ¿Qué pasaría si la contención no funciona y siguen aumentando los casos estas semanas?

–Estaríamos en un escenario de 10.000 pacientes en las UCI. Eso sería el peor escenario a nivel nacional. Si la contención no funciona las cifras actuales podrían llegar a multiplicarse por 10.

–¿Si eso ocurre cuál sería el principal problema en las UCI?

–La situación más dramática sería que no haya ventiladores para todos. La siguiente sería que los hubiera pero que tuviéramos que ventilar a los pacientes en espacios incluso fuera de los hospitales, como ocurre en Italia.

–¿Hay desgaste desde el punto de vista personal?

–Entre los profesionales de primera línea, sobre todo en Cuidados Intensivos, puede haber problemas de depresión después de muchas semanas de trabajo intenso en situaciones difíciles. Porque además en sus hogares quieren tener medidas de contención con sus familiares e imponen cierto distanciamiento, que comporta un desgaste que se notará más en las próximas semanas.

–Los médicos de Cuidados Intensivos están acostumbrados a las situaciones críticas y los desenlaces mortales, ¿cómo se toman esta epidemia?

–Estamos acostumbrados a tomar decisiones rápidas y duras. No entran en la UCI todos los pacientes que nos proponen. Tenemos que decidir cuáles van a tener la estancia en UCI. Es algo que en condiciones normales se presenta algunas veces al día. Pero ahora el personal de guardia debe tomar esta decisión con una frecuencia de cada hora. Y tiene un coste psicológico importante.

–¿Decidir quién entra en la UCI es la decisión más difícil?

–El triaje, la evaluación, que hacemos de admisión pacientes es la más dura, sí.

–¿Quién se queda fuera?

–A todo paciente con insuficiencia respiratoria lo vamos a evaluar, porque tiene derecho a recibir soporte ventilatorio, por supuesto. Pero hay un techo cuando se tiene que hacer con un respirador artificial y con sedación muy profunda. Sabemos por los datos que hay pacientes, especialmente si tienen edad avanzada y enfermedades concomitantes, a los que no les aporta ningún beneficio. Es un esfuerzo fútil y no los sometemos a ese tratamiento

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios