Los viajes exóticos de los canarios reactivan los centros de vacunación

Sin embargo, pese al incremento de viajeros, los centros de vacunación de Canarias no han experimentado el colapso que están sufriendo los servicios de ciudades como Madrid o Bilbao, donde se registran hasta tres meses de espera. «Aquí damos la cita casi de un día para otro, a lo sumo dos días», señala Blanco.

Antes de la pandemia, por las consultas de Sanidad Exterior de la capital grancanaria pasaban casi 5.000 viajeros al año en busca de asesoramiento para viajar con garantías sanitarias.

«Ahora tenemos cifras muy parecidas a las de 2018, en la prepandemia, y quizá superiores porque hay una euforia por viajar. La gente viaja por motivos diversos pero, desde el punto de vista vacacional, tiene ganas de salir», relata el médico cuya misión es atender a la ciudadanía española o residente en España que se vaya a desplazar a países remotos donde necesite protegerse de ciertas enfermedades.

«No tenemos en el calendario vacunal español la vacunación de la rabia, ni de la hepatitis A, ni de la fiebre tifoidea, ni de cólera, ni de encefalitis, ni dengue, ni fiebre amarilla... Son enfermedades raras o no tan raras, que suceden en esos países y que, cuando los ciudadanos españoles se desplazan a ellos, deben protegerse», indica el médico.

En cuanto a los destinos exóticos preferidos por los canarios, actualmente están ganando enteros los países del sudeste asiático, abunda Blanco. «Tailandia ya ha dejado de ser un destino exótico. La gente va a Tailandia como el que va a Benidorm», comenta con sorna. «También Camboya, Vietnam, Indonesia -más allá de Bali- son destinos muy frecuentados», explica el asesor sanitario de los viajeros.

También mucho turismo canario se interna en el África subsahariana para contemplar grandes mamíferos en los parques naturales de Tanzania y Kenia.

En Sudamérica, sin embargo, el destino estrella de los isleños es Perú, con el Machu Picchu como objetivo, subraya Blanco.

Más allá de los viajes por ocio, muchas personas emigrantes acuden al Centro de Vacunación Internacional antes de regresar a sus países de origen a visitar a sus familias. Muchos tienen como destino Colombia, Ecuador o Brasil, en América, o los países del Magreb, en África.

En general, no existen exigencias administrativas de vacunación para entrar en un país, salvo con tres vacunas concretas en determinadas regiones. Es el caso de la vacuna contra la fiebre amarilla para visitar el África subsahariana, en concreto los países situados entre los 10 grados de latitud sur y los 20º al norte del ecuador o la Amazonia; también se exige la profilaxis de la meningitis tetravalente cuando se viaja a Arabia Saudí para peregrinar a La Meca y la vacuna monovalente de la polio para entrar en países que han tenido casos recientes de poliovirus salvaje como Nigeria, Afganistán o Pakistán, explica Blanco.

También hay países donde la vacuna contra la covid sigue siendo un requisito fronterizo, como Australia, Tailandia o Indonesia.

Las personas que se trasladan por trabajo y los cooperantes internacionales son, junto a los turistas y migrantes, los principales usuarios del centro de vacunación internacional.

En el Centro de Vacunación Internacional de la capital grancanaria se administran seis vacunas en función del destino al que se viaje, pero son muchas más las recomendaciones de profilaxis y las indicaciones a seguir para prevenir enfermedades propias de países exóticos. «Esta es una consulta de asesoramiento sanitario al viajero y de administración de determinadas vacunas», explica el médico Pedro Blanco.

En concreto, en el centro se pincha la vacuna de la meningitis -la tetravalente en varios modelos-, de la fiebre amarilla, de la rabia, la polio y la encefalitis centroeuropea estival para niños y adultos.

«Otras vacunas se recomiendan y el viajero hace lo que le parezca. También, según el destino, se recomienda la profilaxis antimalárica: les prescribo unas pastillas y el paciente opta por ir a la farmacia y tomárselas o no», explica el médico que resalta que, en ocasiones, es más importante que la vacuna indicar a los viajeros las medidas preventivas que deben adoptar y los riesgos sanitarios de su destino. «No solo dependen de la cantidad de enfermedades que existan, sino de la posibilidad de recibir asistencia sanitaria», comenta Blanco.

«Les damos folletos de todo tipo. Les explicamos qué hacer con aguas y alimentos, con los mosquitos, con los animales que te pueden morder o picar, los problemas que pueden surgir como el mal de altura...», abunda el médico.

Además, las indicaciones dependen no solo del destino, sino de la actividad que se vaya a desarrollar y del tiempo de permanecia en el extranjero. «No es lo mismo una persona que va una semana a Costa Rica que un viajero que me dice que se va a Congo cuatro meses; a ese le pongo de todo», reconoce.