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Trastorno por déficit de atención e hiperactividad en el adulto mayor

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad en el adulto mayor

La interesante evolución de una enfermedad que debuta en la infancia con trastornos en la atención y puede persistir durante toda la vida modificando sus manifestaciones clínicas y con impacto sobre la calidad de vida.

Dr. René de Lamar / Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 20 de julio 2020, 14:56

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El pasado 13 de julio se celebró el día internacional del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), afección frecuente en niños y adolescentes, que demanda atención continua por parte de familiares y profesores desde su debut y genera frecuentes consultas a psiquiatras infantojuveniles y psicólogos.

Durante mucho tiempo se tenia la percepción que los pacientes superaban la afección al llegar a la adolescencia pero recientes investigaciones han demostrado que aproximadamente un 70% de los afectados continúan padeciendo síntomas y dificultades en su vida adulta y al envejecer por lo que en base a tan complejo e interesante tema estructuramos el artículo de hoy.

El adulto en comparación con los niños tiene muchísimas más variables que manejar al mismo tiempo lo que hace que pueda ser más intensa la repercusión del TDAH en el adulto.

En la población adulta se dispone de menos datos epidemiológicos que en niños pero los estudios anteriormente mencionados ponen de manifiesto que el TDAH se manifiesta en personas adultas y con una frecuencia destacada, muy por encima de los que se pensaba.

El TDAH no tratado puede ocasionar problemas en la edad adulta como dificultades para planificar y controlar los impulsos, relaciones afectivas poco estables, tendencia a las adicciones, conflictos sociales, mala adaptación al medio laboral y problemas en la conducción de vehículos.

Es una afección infradiagnosticada en adultos y los pacientes son tratados por otras enfermedades frecuentes como ansiedad, depresión y/o trastorno por abuso de sustancias cuando en realidad todos estos cuadros son comorbidos o asociados con un TDAH del adulto no diagnosticado o evolucionado.

Son síntomas frecuentes la poca tolerancia a la frustración, la necesidad de estar en movimiento constante y baja capacidad para encontrar soluciones a las situaciones adversas.

Como dato curioso las primeras descripciones clínicas del TDAH datan de 1902 y la primera molécula utilizada para su tratamiento que demostró cierta eficacia se utilizó en 1936.

Muchos pacientes mayores en la actualidad vivieron su infancia en la primera mitad del siglo pasado donde era mas difícil el acceso a la atención médica especializada y no se tenia conciencia ni los conocimientos actuales por parte de padres, familiares y maestros que las alteraciones que padecía el niño se debían a un trastorno del desarrollo neurológico.

Con frecuencia los padres se sentían sobrepasados por la situación que la afección generaba en el seno de la familia lo que motivaba que en ocasionalmente enviaran el niño a casa de otros familiares como abuelos o tíos para ver si así se modificaba su conducta y el rendimiento escolar mejoraba.

¿En qué consiste el trastorno por déficit de atención con hiperactividad?

Es un síndrome (conjunto de signos y síntomas) caracterizado por falta de atención, hiperactividad e impulsividad.

Se divide en tres tipos según predominen la falta de atención, la hiperactividad e impulsividad o una combinación de ambas.

El déficit de atención tiende a aparecer cuando el niño interviene en tareas que requieren vigilancia, un tiempo de reacción rápido, búsqueda visual, perceptiva y escucha sistemática y mantenida.

La falta de atención y la impulsividad impiden el desarrollo de las habilidades escolares y académicas así como de las estrategias de pensamiento y razonamiento, la motivación para ir a la escuela y la adaptación a las demandas sociales.

Si el TDAH no se identifica y se trata podrá evolucionar al abuso de sustancias.

Aunque los signos y síntomas de hiperactividad tienden a disminuir con la edad los adultos suelen mostrar síntomas residuales.

Los problemas se manifiestan sobre todo por dificultades en el aprendizaje, baja autoestima, dificultades para mantener habilidades y conductas sociales adecuadas.

Por lo general tienden a lograr una menor formación académica.

¿Cuáles son los factores de riesgo para padecer TDAH?

El bajo peso al nacer, los traumatismos craneoencefálicos y la exposición al plomo.

Sin olvidar las exposiciones prenatales al alcohol, tabaco y la cocaína.

¿Cuáles son las manifestaciones características del TDAH en adultos?

-Son personas con mucha energía y “siempre en marcha”, hablan excesivamente.

-Se les tacha de olvidadizos porque con facilidad pierden cosas, olvidan los nombres, invierten mucho tiempo del día buscando las llaves, la cartera o la agenda.

-Interrumpen para responder antes de que hayan terminado de hacerles la pregunta, se entrometen frecuentemente en conversaciones ajenas.

-Son impacientes y presentan dificultades para esperar el turno en situaciones de grupo. Se les hace cuesta arriba hacer cola en una tienda o la espera ante un atasco en una carretera, asumen mas riesgos conduciendo, son más temerarios lo que incrementa la posibilidad de tener accidentes de tráfico.

-Tienen dificultades para estar sentados sin moverse o moviendo las manos, se mueven durante el sueño.

-Menor estabilidad laboral debido a que cometen errores o descuidos en el trabajo, se distraen con facilidad y tiene dificultades para concentrase.

-Son personas soñadoras y parece que no escuchan cuando se les habla.

-Irritabilidad, sensación de frustración o culpabilidad.

-Empiezan muchos proyectos al mismo tiempo aunque tienen problemas para finalizarlos, además de una tendencia constante a aplazar las tareas que no le agradan hasta el último momento.

Sin lugar a dudas la frecuente comorbilidad y polimedicación tan frecuente en los adultos mayores puede dificultar establecer un diagnostico siempre necesario, más vale tarde que nunca.

A día de hoy hay muy pocos estudios y publicaciones sobre la medicación más adecuada para mayores de 65años que padecen TDAH, pero las sugerencias e ideas para un mejor desempeño en el día a día y desarrollar nuevos hábitos puede ser de utilidad.

Utilizar alarmas, hacer listas de las actividades a modo de recordatorio, establecer rutinas e intentar mantenerse organizado utilizando el teléfono móvil son medidas de fácil aplicación a tener en cuenta.

Datos Prácticos:

-El diagnóstico del TDAH se basa en criterios clínicos y pueden resultar de ayuda la aplicación de las escalas especificas y entrevistas semiestructuradas para comprobar cada uno de los síntomas presentes en la edad adulta.

-La entrevista con el paciente y con un familiar allegado que conozca a la persona desde la infancia es fundamental.

-Esta entidad esta clasificada como un trastorno del desarrollo aunque cada vez más se considera como un trastorno de la conducta perturbador.

-La diferenciación entre el TDAH en el mayor con otras afecciones frecuentes como la depresión, ansiedad o deterioro cognitivo puede resultar difícil y compleja.

-El TDAH tiende a ser familiar, entre sus posibles causas se encuentran factores genéticos, bioquímicos, sensitivo-motores, psicológicos y conductuales.

-El adecuado manejo del TDAH debe estructurarse en tres pilares, la farmacoterapia con agentes estimulantes, si se requieren, la terapia conductual y las intervenciones educativas.

-Puede ser un gran alivio para muchos adultos mayores que ignoraban que padecían TDAH encontrar una razón y una explicación coherente para su comportamiento y reacciones de tantos años.

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