Borrar
María del Prado Márquez González, Directora de Enfermería de HPS, posando en las instalaciones del hospital. C7
«La satisfacción que se siente al salvar una vida acompaña al enfermero el resto de su vida»

«La satisfacción que se siente al salvar una vida acompaña al enfermero el resto de su vida»

Viernes, 12 de mayo 2023, 12:47

La figura del enfermero es de vital importancia para el buen funcionamiento del sistema sanitario en España. La llegada a nuestras vidas de la pandemia evidenció la necesidad de valorar más a un gremio que sigue preocupándose por las personas que sufren y se esmera, día a día, en ofrecer una atención humana, segura y eficiente.

-¿Qué valor concede HPS al servicio de enfermería?

-Para nosotros tiene un valor máximo y una importancia vital. Sin los enfermeros no podríamos existir. Somos el pilar y la base de cualquier hospital y los que tenemos que permanecer constantemente al lado del paciente. El enfermero debe querer al paciente y cuidarlo como si fuera suyo, en algunos casos, hasta el último día de sus vidas.

«Nos llamaban los héroes de la pandemia, pero somos héroes todos los días y en cualquier circunstancia, porque seguimos salvando vidas y contribuyendo a que los pacientes se curen»

-¿Es importante el componente humano en el día a día de un enfermero?

-Ese aspecto es fundamental. Muchas veces somos la familia de los pacientes, especialmente de los que llevan mucho tiempo con nosotros. Esta profesión es vocacional y no es tan fácil querer ser enfermero. Porque ser enfermero implica un alto grado de compromiso, humanidad y complicidad. Ser enfermero es honrar esta profesión permaneciendo al lado de la persona que te necesita, sin importar si es Navidad, Semana Santa o un día festivo.

-¿Cómo garantiza HPS la excelencia asistencial reconocida con el sello Quality Healthcare?

-La calidad asistencial se consigue ganando la confianza del paciente y de su familia. No vale solo con ser buen enfermero y simpático. Hay que ser buen técnico, estar pendiente de tu paciente y mostrar una elevada respuesta humana. Nuestra misión es dar calidad y confort a las personas que ingresan en el hospital y a los familiares que están a su lado.

-¿Existe un prototipo de enfermero perfecto? ¿Cuáles son los valores que debe tener un buen enfermero en HPS?

-El enfermero perfecto no existe, pero si ese enfermero tiene actitud, será un gran enfermero.

Los hay más cariñosos y más antipáticos, mejores en unas cosas y no tan buenos en otras. La clave está en un compendio de muchas cosas. Hay profesionales con los que los pacientes están encantados, porque dan cariño y amor y hacen justo lo que ellos necesitan. Los valores fundamentales son el respeto, la amabilidad, la honestidad, la complicidad y la empatía.

-¿Es más difícil trabajar en el servicio de urgencias o en el turno de noche que en otra parte del hospital?

-No, no lo es. No todos los que están en urgencias son los mejores. Hay que estar igual de bien preparados. Es cierto que en urgencias, en ocasiones, vienen de imprevisto casos críticos, pero en las plantas también tienen que estar a la altura de lo que exige la profesión.

-¿Qué esperan las familias de un enfermero de HPS cuando acuden al hospital?

-Esperan que sea muy profesional, que sepa lo que se trae entre manos, que sepa lo que su familiar padece, que sepa administrar el tratamiento y que sea bueno en las técnicas y procedimientos. Ser enfermero significa estar al lado de esa persona que te necesita las 24 horas del día. Te guste o no, tienes que estar ahí si la persona te necesita y nuestra obligación es cuidarlo con dedicación exclusiva, como si fuera nuestro ser querido.

-En este sentido, ¿el trato con las familias es para HPS un objetivo primordial, verdad?

-Es muy importante tener comunicación y «don de gente» con los familiares. Para nosotros es vital que el familiar, que por regla general viene con desconfianza, compruebe que cuidas bien al paciente, que sabes sus gustos y que lo tratas como si te fuera la vida en ello...Y para eso es necesario la empatía y la comunicación. Si el familiar no está contento, no es buen indicativo.

-¿Ha cambiado la figura del enfermero en los últimos tiempos?

-Ha cambiado en muchas cosas. Date cuenta que yo soy de la época en la que no había enfermeros (sonríe).

Antes trabajabas todos los turnos y ahora hay horas de práctica y teoría. Antes era más vocacional y ahora la enfermería se ha involucrado más, ya que hay mucha gente válida que quiere ser enfermero.

-¿A ese cambio en el concepto del enfermero ha contribuido la crisis sanitaria derivada de la pandemia?

-Totalmente. Antes de la pandemia éramos un número más en un hospital y con crisis sanitaria se vio lo imprescindible del trabajo de los enfermeros. Nos llamaban los héroes de la pandemia, pero somos héroes todos los días y en cualquier circunstancia, porque seguimos salvando vidas y contribuyendo a que los pacientes se curen. Lo que no ha cambiado es que sigue siendo una profesión preciosa y lo más reconfortante es la satisfacción que sientes cuando un paciente salva la vida gracias a tu trabajo. Eso no te lo quita nadie y acompaña al enfermero el resto de su vida.

-¿Considera que, tras el COVID 19, hay más ganas de ser enfermero?

-Siento que hay más ganas de ser enfermero, porque se ha visto la necesidad que creó la pandemia, pero hay un alto porcentaje de personas que quieren serlo porque les gusta y eso es muy bonito y un motivo de orgullo y de esperanza para creer en el futuro de esta profesión.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 «La satisfacción que se siente al salvar una vida acompaña al enfermero el resto de su vida»