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Los accidentes cerebrovasculares han aumentado en el último año en Canarias. En 2023, un total de 2.819 personas fueron hospitalizadas en el archipiélago por sufrir un ictus, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias coincidiendo con la proximidad del Día Mundial del Ictus que se conmemora el martes.
Este volumen de ingresos es un 18% superior al registrado el año previo, cuando los centros sanitarios canarios atendieron 2.382 casos, una cifra similar a la notificada en 2021, periodo en el que se contabilizaron 2.360 ingresos hospitalarios por esta causa en Canarias.
En el día a día del Servicio de Neurología del hospital de Gran Canaria Doctor Negrín no han apreciado este incremento de la prevalencia. «La sensación es que no ha habido una variación significativa en los últimos años», indica el jefe del servicio Ayoze González, quien señala que tampoco se aprecia un aumento de accidentes cerebrovasculares en edades más tempranas.
«Los ictus en personas jóvenes llevan siendo frecuentes desde siempre», señala escéptico respecto a algunas publicaciones recientes que vinculan los fenómenos trombóticos a la vacunación contra la covid. En todo caso, lo que sí parece probado en diferentes estudios es que la covid-19 aumenta la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio o un ictus hasta un año después de la infección.
Sea como fuere, González asegura que el ictus, antes y después de la pandemia, es uno de los motivos más frecuentes de ingreso hospitalario. Solo en el Doctor Negrín el año pasado hubo alrededor de 475 hospitalizaciones por este tipo de dolencia.
La edad media de las personas afectadas por ictus suele rondar los 70 años, si bien, desde hace años, «se ven casos por debajo 45 años», señala el neurólogo.
Los factores de riesgo que propician los accidentes cerebrovasculares son de dos tipos, relata el médico, los no modificables -como la edad o los factores genéticos- y los modificables; hábitos sobre los que se puede incidir para reducir la probabilidad de sufrir un ictus. «El principal factor de riesgo es la hipertensión. La diabetes, las alteraciones lipídicas en sangre -cuando los niveles de colesterol y de triglicéridos superan el rango normal-, el tabaquismo, el estrés y el consumo de drogas recreativas, como cocaína y otros estimulantes, aumentan la probabilidad tener ictus», señala el neurólogo quien sostiene que entre el 70% y el 80% de los ictus podrían evitarse manteniendo hábitos saludables. «Hay que recomendar una dieta saludable y ejercicio físico regular para reducir la prevalencia», señala González.
La frecuencia del ictus en Canarias es algo mayor que en el resto del Estado, sostiene el especialista. La escasa adhesión de la población canaria a la dieta mediterránea y el consumo excesivo de hidratos de carbono y grasas propician estos eventos.
Según González, la buena noticia es que las secuelas y las muertes por ictus se han reducido drásticamente en las últimas dos décadas gracias al código ictus, un protocolo de actuación para identificar con celeridad los casos sospechosos y tratarlos durante la fase aguda del evento con una terapia para disolver o extraer el coágulo que cierra la arteria. «La ventana temporal para tratar a los pacientes es estrecha, pero cada vez se amplia más, primero era de 12 horas tras el ictus y ahora es de hasta 24 horas», precisa el médico.
«Antes de la llegada del nuevo tratamiento -fibrinólisis intravenosa- que se aplica desde hace dos décadas, lo normal es que, pasados tres meses de un ictus, el 70% de los afectados tuviera secuelas o hubiera fallecido. Ahora, más del 70% de quienes sufren un ictus lo superan casi sin secuelas», comenta el médico.
Así y todo, según el Instituto Nacional de Estadística, durante el año 2023, en Canarias fallecieron 814 personas por ictus o hemorragias intracraneales, siendo la cuarta patología con mayor mortalidad en el archipiélago.
El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus, una enfermedad cerebrovascular que es, en todo el mundo, la segunda causa de muerte más común, después de la cardiopatía isquémica, y la tercera causa más común de discapacidad, según los datos del último estudio 'Global Burden of Disease (GBD)'.
Según resalta la Sociedad Española de Neurología (SEN) a través de un comunicado, este mismo estudio apunta que cada año y en todo el mundo se producen casi 12 millones de casos de ictus y 7 millones de fallecimientos por esta enfermedad. Unas cifras que, comparadas con los datos que se manejaban hace 30 años, suponen un aumento del 70% en el número de casos, una subida del 44% en las muertes y un 32% más de discapacidad.
En España, según datos de la SEN cada año se producen unos 90.000 nuevos casos de ictus y, en 2023, esta enfermedad fue la responsable del fallecimiento de más de 23.000 personas. Además, más del 30% de las personas que sobreviven a un ictus en España están actualmente en un situación de dependencia, debido a la discapacidad a largo plazo que les ha provocado las secuelas enfermedad: el ictus es la primera causa de discapacidad en España y, en al menos el 40% de los casos, el ictus deja importante secuelas.
Gracias a los avances tanto en tratamiento como en identificación de la enfermedad, la tasa de mortalidad de la enfermedad ha descendido considerablemente. En los últimos 30 años, las tasas de mortalidad han descendido más de un 68% en Europa.
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