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Pere Aragones, presidente de la Generalitat. EP
La Generalitat pide que se vuelva al teletrabajo y a las clases 'online'

La Generalitat pide que se vuelva al teletrabajo y a las clases 'online'

Cataluña se prepara para adoptar medidas aún más drásticas ante el incremento este fin de semana del número de casos

Domingo, 11 de octubre 2020, 19:30

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El riesgo de rebrote continúa subiendo en Cataluña, cuyo gobierno autonómico está dispuesto a tomar medidas más restrictivas para frenar la pandemia. La Consejería de Salud de la Generalitat tiene dos propuestas sobre la mesa que podría adoptar en los próximos días: pedir a las empresas que regresen al teletrabajo, como en los meses más duros de la crisis sanitaria, y que las clases universitarias sean telemáticas, al menos los próximos 15 días, hasta que la curva vuelva a estar estabilizada. El objetivo de las autoridades sanitarias catalanas es reducir la movilidad y las interacciones sociales.

«Las empresas deberían diseñar los planes de teletrabajo que hicieron entre abril y mayo, como mínimo durante 15 días. No hace falta el dictamen de un juez, pero hace falta que todos tomemos conciencia», afirmó este domingo el director de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon. El Govern pide a las empresas y a los sindicatos que impulsen ellos mismos estas medidas de teletrabajo, sin que sea necesaria ninguna medida legal para que entren en vigor. Según sus cálculos, el mercado laboral de Cataluña tiene una capacidad de teletrabajo del 25% y en circunstancias normales solo el 8% de la población opta por esta posibilidad.

La segunda ola del coronavirus creció muy rápido en Cataluña durante los meses de julio y agosto y las cifras se estabilizaron con la entrada del otoño. La Consejería de Salud, no obstante, considera que el número de casos está creciendo, «incluso algo más de lo que se esperaba». Un 18% de las camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) están ocupadas por enfermos de covid y un 5% de las urgencias son por coronavirus. El Govern reportó ayer 2.360 casos nuevos y durante toda la semana ningún día la cifra de contagiados en 24 horas ha bajado de los 1.100. Trece personas perdieron la vida en una jornada, según la última comunicación de la Generalitat y la cifra total de fallecidos desde el inicio de la pandemia asciende a 13.483. Hay 873 personas ingresadas, de las cuales 151 están en la UCI. De momento, ninguna de las grandes localidades catalanas se sitúa con ratios de más de 500 contagios por cada 100.000 habitantes. Barcelona está en 217 y L'Hospitalet, en 348. Terrassa, con 430 es la peor situada entre las principales ciudades catalanas, con cerca de 430. Tortosa tiene un ratio de 680, pero su población es de 33.000 habitantes.

«Tendremos que ver cuáles serán las medidas, que anunciaremos pronto. No estaremos 15 días mareando la perdiz», afirmó Argimon, que durante las últimas semanas ha sido muy crítico con el Gobierno central y la Comunidad de Madrid por cómo estaban gestionando la crisis. «Si no tomáramos ninguna medida, llegaríamos a la situación de Madrid rápido, en dos o tres semanas», advirtió. «Lo que sí haremos es tomar medidas, y aquí podremos equivocarnos o no. El problema es cuando no tomas medidas, entonces sí sabes seguro que el virus se descontrola», remató.

Los colegios, de momento, seguirán abiertos. Pero las extraescolares podrían pasar a la cuarentena. Los parques infantiles también se mantendrán abiertos, aunque las autoridades sanitarias piden prudencia a los padres y evitar aglomeraciones. Las reuniones de más de seis personas están prohibidas en Cataluña desde hace dos semanas y de momento no se contempla ningún confinamiento perimetral, como los que se llevaron a cabo en Lleida o Igualada. «Sé que es difícil pero tenemos que intentarlo. La vida no es normal», según el responsable de la salud pública en Cataluña. A su juicio, la gente se relajó tras la vuelta al trabajo y a la escuela en septiembre. Por esa razón, sorprendió que días atrás, la Generalitat tomara una decisión que apuntaba hacia una cierta relajación en las restricciones, como permitir la apertura de las discotecas, sin pista de baile, hasta las 3 de la mañana. En cualquier caso, en 24 horas dio marcha atrás y las discotecas siguen cerradas, lo que ha puesto en pie de guerra al sector del ocio contra el Govern catalán.

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