Fallos en el sistema de historia clínica en Atención Primaria de Canarias amenazan la seguridad de los pacientes

Los médicos de los centros de salud y consultorios de Canarias han denunciado la «situación crítica» que sufren a diario por el mal funcionamiento del programa informático de Historia Clínica de Atención Primaria en Canarias, Drago AP, gestionado por el Servicio Canario de la Salud (SCS).

La Asociación de Médicos de Atención Primaria de Canarias (Amapcan) señala en un comunicado que llevan años denunciando la gravedad de unas deficiencias que «han ido empeorando en los últimos meses hasta convertirse en un verdadero riesgo asistencial».

El programa funciona a trompicones, aseguran. «De los 7-8 minutos que tenemos asignados para la visita de un paciente, entre uno y tres minutos, los pasamos esperando a que el programa responda, en el mejor de los casos», comentan sobre este sistema que, además de lento, es poco intuitivo lo que «complica enormemente el trabajo diario» de los profesionales sanitarios.

Además, con mucha frecuencia, el sistema deja de funcionar por completo, privando a los médicos de la información relativa al paciente y sin posibilidad de realizar múltiples gestiones.

«Lo más preocupante son las frecuentes caídas del sistema, que se producen de forma semanal y, en determinados periodos, incluso diaria, dejando a los profesionales sin acceso a la historia clínica del paciente. Hablamos de caídas frecuentes que duran más de 30 minutos, con lo que se nos atrasa el trabajo de un mínimo de unos cuatro pacientes, citados en ese intervalo de tiempo, a los que hemos tenido que valorar sin acceso a su historia clínica», señalan los médicos que califican la situación de «inadmisible».

Los galenos afirman que estas incidencias ponen a los pacientes en riesgo, ya que en muchas ocasiones «no se puede acceder a datos clínicos esenciales como alergias, patologías, datos analíticos y de la exploración, indispensables para una mínima atención de calidad, ni solicitar pruebas complementarias o realizar derivaciones al segundo nivel asistencial», explican acerca de la repercusión que tienen los problemas informáticos en su trabajo diario.

«Hay que tener en cuenta que estos fallos también se producen en los servicios de urgencias, en los que se agrava aún más la situación», advierten.

Por otra parte, indican que estas dificultades para llevar a cabo su trabajo también suponen un riesgo para el profesional sanitario, «ya que resulta imposible gestionar la consulta con garantías sin acceso a la historia clínica, aumentando el estrés y la carga mental de los profesionales».

Con estas caídas, se ven obligados a realizar las tareas que quedaron pendientes fuera de su horario o reprogramando las citas, lo que propicia un aumento de la lista de espera en las consultas.

Por todo lo expuesto, reclaman al SCS que «actúe de forma urgente, invirtiendo los recursos necesarios para garantizar que el programa informático funcione de manera estable, ágil y fiable».

«No podemos» -añaden en el comunicado- «seguir permitiendo que la tecnología, en lugar de ser una herramienta de mejora asistencial, se convierta en un obstáculo para la atención sanitaria y un generador de sufrimiento para quienes trabajan en primera línea».

Amapcan recuerda que esta situación ya se ha expuesto en reiteradas ocasiones a la dirección del SCS, la Dirección General de Programas Asistenciales del SCS y a los responsables del programa Drago AP.

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