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Al igual que en abril, Víctor Medina recibió este miércoles horas antes de su cita para ponerse la segunda dosis de la vacuna contra el herpes zóster una llamada para decirle que se la anulaban. Desde el centro de salud de Alcaravaneras, en la capital grancanaria, le indicaron que no había vacunas disponibles y la única solución si quería completar ya la inmunización era comprarla.
«Fui a la farmacia y pregunté, y sí la tenían disponible pero el coste es de 200 euros y lo increíble es que en marzo la Consejería de Sanidad anunció que invertía tres millones en comprar las vacunas», destaca en conversación telefónica este paciente «de riesgo» de 74 años. «Me han dicho que a lo mejor tengo cita en julio pero ya habrían pasado más de seis meses desde la primera dosis», añade.
Desde la Consejería de Sanidad del Gobierno canario reconocen que se están retrasando las citas de las segundas dosis. «Actualmente hay disponibilidad de vacunas, pero dado que a final de mes hay una nueva remesa se está priorizando la vacunación con primera dosis», explican fuentes de la administración sanitaria canaria.
«El plazo para la administración de la segunda es muy amplio, lo que permite retrasar su administración y seguir avanzando en la primera dosis a la población diana», añaden.
Salud Pública «ha adquirido otra partida de 23.500 dosis más de esta vacuna que se estima que estén a disposición de los centros de salud en un máximo de 15 días», asegura Sanidad.
El herpes zóster es una enfermedad por una reactivación del virus latente varicela-zóster, que afecta a los nervios periféricos y a la piel, donde puede producir pequeñas ampollas dolorosas en forma de anillo agrupadas a lo largo de un dermatoma, destaca Sanidad en su web.
A pesar de que esta patología presenta una baja mortalidad, sus complicaciones representan un importante problema de salud pública.
Su incidencia es más elevada con la edad, presentando un punto de inflexión a los 50 años. Desde esta edad a los 85, uno de cada cinco hombres y una de cada cuatro mujeres la padecerá. Las personas con inmunosupresión y con enfermedades subyacentes tienen también un mayor riesgo de sufrir este problema.
Desde julio de 2021, se incorporó esta vacuna al calendario vacunal por parte de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para la población mayor de 65 años con unas determinadas patologías de base.
También decidió implementar la vacunación sistemática a la cohorte de los 65 años, «en función de la disponibilidad de dosis», añade Sanidad. Por otro lado, y siempre en función de esa disponibilidad, «se captará y vacunará al menos a una cohorte por año, comenzando por la de 80 años, y descendiendo hasta contactar con la población que se vacunó a los 65».
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