Las cifras de sobrepeso y obesidad infantil en Canarias, «alarmantes»

Un total de 557 menores participaron en el estudio, 307 niñas (el 55,1%) y 250 niños (el 44,9%), con una edad media de 7,8 años. Los centros educativos incluidos en el estudio se clasificaron en públicos, concertados y privados con su cálculo de prevalencias.

De esta forma, el 37,3% de los menores estudiaban en centros públicos, el 41,1% en concertados y el 21,5% en privados. Los resultados del estudio revelan que el 62,1% del total tenía normopeso (es decir, el peso adecuado para una persona por ser el que garantiza una salud óptima), el 19,2% sobrepeso y el 18,7% obesidad. Esto quiere decir que el 37,9% de los niños y niñas que participaron en el estudio tenían sobrepeso y obesidad, una cifra que los expertos en pediatría consideran «alarmante».

En esta línea, en centros públicos se registró una prevalencia del 22,1% de sobrepeso y del 26,4% de obesidad; en concertados del 17,9% de sobrepeso y del 15,3% de obesidad; y en privados del 16,7% de sobrepeso y del 11,7% de obesidad.

Estos datos fueron obtenidos en la visita basal del Proyecto de Intervención en Obesidad de Gran Canaria, un ensayo comunitario con intervención educativa nutricional y de actividad física. El estudio concluyó con datos que reflejan la existencia de una elevada prevalencia de sobrepeso y de obesidad infantil en Canarias.

En este sentido, la obesidad detectada es significativamente mayor en los centros públicos. Por otro lado, la prevalencia de obesidad y sobrepeso real en los escolares de Gran Canaria probablemente sea superior, debido a la elevada representación de los centros privados y concertados en la muestra. Ante estos datos, los expertos en pediatría sostienen que es necesaria una intervención sobre hábitos de vida saludables, especialmente en centros públicos.

Durante la 50ª Reunión Conjunta de las Sociedades Canarias de Pediatría también se abordaron, entre otras cuestiones, los últimos avances médicos para combatir la obesidad infantil, concretamente en lo referente al tratamiento con liraglutide (un análogo del péptido-1 similar al glucagón).

En 2021 se aprobó su uso como tratamiento para la obesidad en menores de 12 años. Tiene efecto sobre la saciedad temprana y retraso del vaciado gástrico, contribuyendo a la pérdida de peso como apoyo a la mejora del estilo de vida. Según un estudio al respecto realizado con 16 pacientes pediátricos y presentado durante el encuentro, el liraglutide promete ser una herramienta útil en el tratamiento de la obesidad de difícil control, pues los pacientes que se mantienen más tiempo con el tratamiento consiguen mejores resultados a la hora de reducir su índice de masa corporal (IMC).