Aplausos y pesar en el Negrín por la médica Ylenia León

Ylenia del Carmen León Carrillo falleció el sábado pasado en la ruta nacional 40, entre Bariloche y Villa La Angostura, en la Patagonia argentina. La furgoneta en la que viajaba fue embestida por un camión que invadió el sentido contrario. En el accidente murieron otras seis personas, el conductor del furgón y cinco turistas de varias nacionalidades que se disponían a disfrutar del espectacular paisaje de la ruta de los Siete Lagos. Sin embargo, la excursión acabó en tragedia sobre las 9 de la mañana, cuando apenas llevaban una hora en ruta.

Este viernes sus compañeros del hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, sobre todo quienes trabajaron con ella en el Servicio de Psiquiatría, quisieron expresar su pesar por la pérdida de su joven colega y reconfortar a su familia con un minuto de silencio y un aplauso.

Amistades, colegas de promoción de la Facultad de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y compañeros de trabajo se concentraron a las 8.30 horas de la mañana.

Allí estuvo su padre, Felipe León Suárez, que recibió el calor y la empatía en forma de abrazos del personal del hospital y de los amigos de su hija.

A la misma hora, en el hospital Juan Carlos I y en el resto de los dispositivos de Salud Mental dependientes del Doctor Negrín se guardó silencio en recuerdo de la doctora fallecida.

Ylenia, graduada en Medicina por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en la promoción de 2019, estaba en Argentina realizando una rotación médica en el extranjero, en concreto en un hospital de Buenos Aires.

Su estancia iba a durar dos meses. En el tiempo que estuvo allí aprovechó para viajar por el país: visitó las cataratas de Iguazú y navegó por la costa patagónica para avistar ballenas, explica su padre, aún enredado en la maraña burocrática para poder repatriar el cuerpo de su hija y con la sensación de vivir en una pesadilla irreal.

Su hija conocía muy bien las malas pasadas que puede jugar la mente. No en vano estaba a punto de concluir su especialidad en Psiquiatría, una especialidad dura y solo apta para personas que no temen enfrentarse a los infiernos ajenos.

Durante los tres años previos estuvo rotando por diferentes destinos y unidades de salud mental. Así, su padre relata que, además de trabajar en el Servicio de Psiquiatría del Doctor Negrín, estuvo desempeñando su trabajo en el Juan Carlos I y en la unidad de salud mental del dentro socio-sanitario El Pino.

Ylenia creció en el barrio de Schamann de la capital grancanaria. En su casa, fue la mediana de tres hermanas. Hasta cuarto de ESO estudió en el colegio San Martín de Porres. Luego, cursó el bachillerato en el Instituto Santa Isabel de Hungría.

De allí, saltó a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, donde estudió Medicina hasta graduarse en 2019. «Siempre fue la primera de la clase. Allá a donde iba arrasaba», relata su padre que destaca las altas capacidades de su hija para el estudio.

«Era una chica que, a donde llegaba, lo iluminaba todo», señala su padre. Con él coincide su hermana Yanira. «Ayudaba mucho a la gente. Solo con su presencia una situación tensa se convertía en algo diferente», subraya su hermana pequeña que también destaca su alegría. «Era muy divertida, graciosa», dice.

Carnavalera y aficionada a la música heavy metal, Ylenia paseó su alegría por el ámbito del activismo social y de los derechos humanos. Comprometida con el movimiento feminista y la defensa de los derechos del colectivo LGTBI, formó parte de la asociación GAMA.

También era deportista y aventura, relata su familia. Fue futbolista del Unión Viera, practicó artes marciales llegando a ser cinturón negro en kárate y le encantaba participar en las carreras de obstáculos OCR.

Estos días, su familia ha sentido parte del afecto que sembró durante su paso por este mundo entre sus amigos y conocidos. «Mucha gente la apreciaba y están muy dolidos», reconoce su hermana.