11.500 personas reciben tratamiento en Canarias por adicciones
Los organismos exigen una financiación digna para continuar su labor | Las actividades preventivas suman 33.000 participantes
Los colectivos que integran la Asociación de Entidades Canarias de Adicciones (Aecad) ofrecieron tratamiento durante el año pasado a 11.556 personas, en su gran mayoría por adicción a las drogas y en un 9% por el juego patológico. Además, organizaron actividades preventivas en las que participaron 33.093 personas, según el balance anual divulgado ayer coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.
Tres de cada cuatro usuarios de estos dispositivos son hombres, si bien Aecad alerta del preocupante aumento de las mujeres que solicitan ayuda para tratar sus adicciones.
El 24,9% de las personas que recurrieron a estos dispositivos lo hicieron por la heroína y otros opiáceos. Tras estas sustancias, las adicciones más frecuentes entre los usuarios fueron a la cocaína (22,7%), el alcohol (20,5%) y el cannabis (13%).
Además, el 9% de las personas tratadas por las entidades presentaba problemas de juego patológico.
«También se abordaron casos relacionados con psicofármacos, opiáceos sintéticos, y otras sustancias menos prevalentes pero con alto impacto sanitario», señalaron las entidades en el resumen anual de su actividad.
Financiación estable para un problema perenne
La asociación –integrada por Proyecto Hombre Fundación Canaria Cesica, Fundación Canaria Yrichen, Fundación ADSIS, San Miguel Adicciones, Asociación de Integración Social Calidad de Vida, Asociación Palmera para la Prevención y Tratamiento, Asociación del Norte de Tenerife de Atención a las Drogodependencias (Antad) y otras ONGs especialistas en adicciones– reclamó un sistema de financiación estable, adecuado y suficiente que permita ofrecer estos servicios con garantías de continuidad.
«Desde Aecad se alerta sobre la precariedad financiera que sufren muchas entidades del sector, lo que limita la planificación, impide la estabilidad profesional y merma la calidad asistencial», denunciaron las entidades que exigen a las administraciones públicas canarias una mayor implicación económica.
Reclamaron, asimismo, un reconocimiento profesional para los más de 275 trabajadores y 161 voluntarios que conforman el equipo técnico que desarrolla esta labor en las entidades.
En opinión de los colectivos, las administraciones deberían garantizar una financiación estable para poder consolidar en el tiempo la prestación de estos servicios y para asegurar la equidad territorial en la respuesta a este fenómeno en el archipiélago. «Las adicciones no pueden seguir abordándose con parches presupuestarios ni con respuestas puntuales. Canarias necesita una estrategia sólida, valiente y estable que reconozca que prevenir y tratar es invertir en salud, cohesión y futuro», señala Aecad en su balance anual.
Propuestas de futuro
Además, en el documento las entidades proponen incorporar al IV Plan Canario sobre Adicciones la atención a nuevos fenómenos como el chemsex –el el uso de drogas para tener relaciones sexuales por un largo periodo de tiempo–, el craving –el deseo de consumir–, el vamping –la adicción a las pantallas–, y la patología dual. Además, piden integrar la intervención ante las adicciones en las políticas de lucha contra la pobreza, violencia de género y salud mental, creando para ello recursos híbridos que respondan a problemáticas múltiples.
