El profesorado canario de baja por covid se duplica en una semana y ya supone el 5,2% de la plantilla

Según los sindicatos más representativos del sector, esto está afectando a los docentes en activo porque las sustituciones, «por muy rápidas que se hagan» tardan como mínimo tres días, recuerda Pedro Crespo, de ANPE.

A su juicio, se echa de menos a los casi 1.000 docentes covid a los con los que este año no ha contado Educación. «Cuando se planificó el curso, en abril y mayo del año pasado, la situación de la pandemia no era la misma. Al cambiar la situación habría que cambiar las medidas», señala Crespo.

Para José Ramón Barroso, de CC OO, «el virus se ha desmadrado y sin evidencias sanitarias se están tomando medidas. Nos comienza a preocupar simplemente que se reduzcan las cuarentenas, o que se le diga a los niños que aunque en su casa hay positivos de covid, si tiene pauta completa, que asistan a clase, igual que a las personas trabajadoras. Estas medidas no ayudan en absoluto a reducir el nivel de contagio». En ese sentido, añade, «aunque se están cumpliendo a rajatabla las medidas en los centros educativos el número de contagios se ha incrementado de forma importante. Ya lo dijimos en el inicio de curso, que esto podía pasar y debíamos estar preparados», afirma.

Por su parte, Emilio Armad, del STEC, recuerda que aunque han contratado a más profesorado «volante», es decir, docentes no adscritos a un centro específico y que acuden a aquel en el que hace falta, llegando a unos 70, «eso no da ni para un 10% de los centros. Tenemos una cantidad de bajas que supera con creces. Lo razonable es que tuviéramos más».

Fidel Trujillo, director general de Personal, resalta que Educación ha duplicado al profesorado volante precisamente para afrontar la situación, y responde que no se pueden agilizar más las sustituciones porque conllevan un «procedimiento» reglado, que incluye, además, que la persona afectada disponga de 24 horas para incorporarse.

Armad y Barroso coinciden en que, además, el profesorado esta ya «muy quemado» por la situación compleja que se ha vivido en Educación durante la pandemia, por lo que exigen que no se cargue con más trabajo a los docentes en activo. «Entiendo que son cuestiones sobrevenida, pero también habría que preguntarse si es preferible tener el alumnado de esta forma y que los contagios sigan aumentando o haber empezado con clases no presenciales un par de semanas para que el ritmo de contagios bajara», señala Armad.

En un centro medio con 20 o 30 docentes, explica Crespo, sin ser «alarmista si digo que se ponen de baja cinco y es complejísimo, el centro es ingobernable».

El STEC también critica que se hayan relajados los protocolos a la hora de confinar aulas, este lunes el número de grupos confinados por covid era de 63, un 0,3% del total, por tener a cinco o más estudiantes infectados -antes eran tres-. «Lo que hace es poner más en riesgo al resto del alumnado. Y, además, desde principio de curso lo dijimos, bajar la distancia interpersonal fue anteponer una medida economicista ante la seguridad», critica.