Podólogos de Canarias, contra la exigencia del tacón en el trabajo
salud ·
Esta observación es a raíz del despido de una trabajadora de una funeraria por negarse a llevar zapatos de tacón de 9 centímetros durante su jornada laboralefe
Santa Cruz de Tenerife
Jueves, 7 de abril 2022, 12:51
El Colegio de Podólogos de Canarias se manifiesta en contra de la exigencia de llevar zapatos de tacón en el trabajo, más aún cuando se trata de largas jornadas laborales.
En un comunicado, el Colegio advierte de que «más allá de otros aspectos estéticos y de discriminación sexual, ya que este tipo de calzado solo se exige a mujeres«, desde el punto de vista sanitario se desaconseja un uso prolongado.
Una observación que hace el Colegio de Podólogos a raíz del despido de una trabajadora de una funeraria en Huelva por negarse a llevar zapatos de tacón de 9 centímetros durante su jornada laboral de ocho horas.
La presidenta del Colegio de Podólogos de Canarias, Verónica Ruiz, indica que las «supuestas bondades estéticas y de empoderamiento femenino» del tacón llevan asociados efectos secundarios.
Explica que al caminar con estos zapatos se produce un bloqueo de la articulación del tobillo en una flexión plantar, que se ve incrementada proporcionalmente con la altura del tacón, hace que las articulaciones superiores, tanto la rodilla como la cadera, deban realizar más movimiento y, consecuentemente, un contoneo de caderas que es «antifisiológico».
La posición de los metatarsianos con un tacón moderado, entre uno y cuatro centímetros, está «en condiciones óptimas», indica el Colegio de Podólogos de Canarias.
Pero a partir de los cinco centímetros la cosa cambia: «nuestro inteligente diseño corporal se va al traste. Cargamos más de tres cuartas partes de nuestro peso sobre la parte más sensible de nuestros metatarsianos, el cartílago, y sometemos a enormes presiones nuestras articulaciones, lo que puede generar inflamaciones, fisuras y, en ocasiones, roturas de las mismas«.
Además, asocia al uso del tacón una compresión de los segmentos digitales con las consecuentes lesiones dérmicas a corto o largo plazo, como heridas, callos, ojos de gallo, uñas encarnadas o exostosis subungueales.
Efectos que, apunta el Colegio de Podólogos, se pueden reducir utilizando zapatos que lleven plataforma ya que, de esta manera, disminuirá la presión sobre el antepié sin perder altura.
Añade que en el interior del calzado ayuda el uso de plantillas de descarga metatarsal o de materiales de amortiguación, ya que aportan un mayor confort, aunque «hay que tener en cuenta que se trata de una solución pasajera», advierte.
«Siempre que se pueda hay que escoger hormas anchas y de materiales flexibles como la piel, y caminar lo menos posible con zapatos de tacón, desde luego no ocho horas», destaca Verónica Ruiz.
El Colegio de Podólogos aclara que no pretende «demonizar» los tacones, sino incidir en el mensaje de que «el secreto está en el uso y no en el abuso: un uso moderado puede favorecer la autoestima de quien los calza y un abuso echará a perder sus pies».
Más allá de los tacones, hace hincapié en la importancia de tener en cuenta una serie de recomendaciones para el cuidado de los pies durante el desarrollo de la jornada laboral, especialmente entre trabajadores de sectores como el de la construcción o el industrial.
Recalca que la finalidad del calzado de seguridad es proteger el pie y especialmente dedos y uñas.
Los pies, especialmente los dedos, suelen ser las zonas más expuestas a sufrir lesiones por caídas de objetos, impactos y golpes varios, por lo que es necesario elegir un calzado resistente, apunta el secretario general del Consejo General de Colegios de Podólogos, Juan Dios.
En concreto, si la actividad laboral implica permanecer un largo periodo de tiempo de pie, ya sea en posición estática o de movimiento, Juan Dios apunta que los problemas en articulaciones de pies, rodillas, caderas y columna suelen ser habituales, por lo que el calzado laboral puede ser «un buen método de prevención».