Piden 5 años de cárcel a un ganadero de Extremadura que hizo convivir con cerdos a dos empleados
Contrató verbalmente a inmigrantes sin papeles que trabajaron un mes en la finca durmiendo en un contenedor de obra y en condiciones inhumanas
C. M.
Jueves, 21 de agosto 2025, 09:51
La Fiscalía de Cáceres ha pedido cinco años de cárcel para el dueño de una explotación ganadera de la provincia por un delito contra los ... derechos de dos trabajadores de la finca que se vieron obligados a convivir con los cerdos, dormir en el suelo sin agua ni calefacción, trabajar sin descanso ni contrato o recoger a mano y sin guantes los excrementos de los animales, entre otras cosas.
Según consta en las conclusiones provisionales de la Fiscalía, en septiembre y octubre de 2023 el acusado era titular y administrador único de esta empresa ganadera dedicada a la cría de ganado porcino, que contaba con una finca rústica en la provincia de Cáceres. Tras el cese de uno de sus trabajadores, y «a sabiendas de su precaria situación personal y económica», contrató de forma verbal a dos inmigrantes marroquíes sin papeles para que se ocuparan de las labores de cuidado y cría del ganado durante al menos el mes de octubre. Les prometió un sueldo mensual de 700 euros para cada uno (en esa época el salario mínimo era de 1.080 euros) y el uso gratuito de una vivienda en el pueblo.
Sin embargo, siempre según el relato de la Fiscalía del que se hace eco HOY, las condiciones reales fueron muy distintas. En primer lugar, empezaron a trabajar sin autorización administrativa, ni contrato, ni alta en la Seguridad Social. Además, uno de ellos solo recibió por el trabajo del mes 250 euros y el otro 150, y nunca se les facilitó el alojamiento.
La consecuencia de este incumplimiento fue que los dos trabajadores se vieron obligados a ocupar un contenedor de obra sin muebles ni ventanas ubicado en la propia finca, donde no tenían luz eléctrica ni ningún tipo de calefacción, ni tampoco ducha ni aseos de ninguna clase. Tan solo disponían de un punto de agua que compartían con los animales de la explotación.
Al no contar con una cocina, calentaban la comida en el comedero de los cerdos con la leña que podían recoger en la propia finca y dormían en el suelo. Además, trabajaban siete días a la semana, «sin horario y todo el tiempo que fuera necesario, tanto de día como de noche y sin disfrutar de ningún tipo de descanso semanal».
Condiciones de trabajo
La Fiscalía relata que el cometido de estos dos hombres consistía en el cuidado, alimentación y limpieza (recogida de excrementos y purines) de los casi 1.000 cerdos que se criaban en la finca. Lo hacían todo manualmente, pues no se les habían suministrado maquinaria ni herramientas. «Pese a los riesgos de accidente o infección derivados del contacto con los animales, el acusado no les facilitó ningún equipo de protección individual (EPI), teniendo que recoger los purines y defecaciones de los cerdos sin guantes, gafas ni mono de trabajo, contando únicamente con unas botas de agua», señala el ministerio público.
El ganadero no había llevado a cabo la obligatoria evaluación y prevención de los riesgos biológicos de zoonosis a los que se encontraban expuestos los trabajadores de la finca por su contacto directo con los animales, su estiércol y sus restos, ni tampoco de los riesgos mecánicos, «careciendo de cualquier tipo de organización preventiva», resalta la Fiscalía.
Accidente laboral
Como consecuencia, uno de los trabajadores sufrió una quemadura y se golpeó con un hierro, lo que le causó heridas en la cara, la mano y el pie.
La Fiscalía cacereña deja claro en su escrito de acusación que el ganadero, al contratarlos, «era consciente de la situación irregular y la necesidad de trabajar» que tenían los dos ciudadanos marroquíes, que aceptaron «debido a su delicada situación personal y económica, inmigrantes en situación irregular, sin recursos, sin formación y con familiares a su cargo en su país de origen».
La Fiscalía acusa al ganadero de dos delitos contra los derechos de los trabajadores: uno en la modalidad de imposición de condiciones ilegales de trabajo, por el que pide tres años y tres meses de cárcel, y otro contra la seguridad y la salud, por el que solicita 21 meses. También reclama el pago de una multa de 5.400 euros, y que se le inhabilite durante 21 meses para administrar empresas ganaderas. Pide además una indemnización de 178,55 euros al trabajador que sufrió heridas.
La vista preliminar del juicio se ha fijado para el 25 de septiembre en la Audiencia Provincial de Cáceres.
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