Miguel Ramos produjo el «mayor dolor» a la familia de Juani Ramos

Miguel Ángel Ramos, el investigado por la desaparición y muerte de Juani Ramos, no ingresará finalmente en prisión, a pesar de haber faltado a su obligación de comparecer en el juzgado durante 42 veces desde el pasado mes de marzo. La magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Auxiliadora Diaz, dictó un auto este lunes en el que mantiene las medidas adoptadas en su día sobre el investigado, y advierte de que «quedan pendientes en la pieza secreta la práctica de diligencias de investigación que podrían permitir acreditar la desaparición de la víctima y la imputación del investigado en estos hechos de tanta gravedad».

En el presente caso, a pesar de la concurrencia de indicios, la autoridad judicial estimó que no puede adoptarse «una medida cautelar tan excepcional como la prisión, estando pendiente del resultado del resto de diligencias que se realizarán en breve» en un caso en el que el investigado «conoce todos los detalles de esa noche en la que desapareció» Juani Ramos y «donde se encuentra su cuerpo» produciendo «el mayor dolor que se le puede causar a una familia que es acostarse cada noche desconociendo en qué condiciones desapareció su madre o hija, qué fue lo que ocurrió y dónde se encuentra actualmente.

Miguel Ramos, que está siendo investigado por los presuntos delitos de homicidio o asesinato, ha ofrecido a juicio de la magistrada durante toda la instrucción, una versión de los hechos «totalmente inverosimil» y ha dado declaraciones «contradictorias y muy poco creíbles», mostrando una colaboración desde el mismo momento de la desaparición «nula y en ciertos momentos, obstativa, extremo totalmente incompatible con una persona que ha perdido a su pareja y con la cual mantenía una relación de afectividad y tal como él dijo en sede judicial que la quería».

Por otra parte, el auto detalla que las testificales que se han practicado han corroborado lo manifestado por los hijos y familia de Juani Ramos acerca de la «relación tortuosa» que mantenía con el investigado, la cual, segun éstos, « la vigilaba, la perseguía, la atemorizaba y ninguneaba de forna constante en su presencia». La magistrada Auxiliadora Díaz abunda en que es «de vital importancia las testificales de las amigas de la víctima, las cualos declararon que el investigado no cesó de llamar a Juana la noche artes de su desaparición», lo que motivó que ésta «se ausentara antes del lugar donde se encontraba con ellas». Junto con todos estos elementos indiciarios, estima «importante» que el investigado «fue la última persona que estuvo con la víctima, en la noche de su desaparición y no ha dado una versión mínimamente creíble en toda la instrucción, sino que además, su conducta ha sido nada colaboradora desde un principio, siendo en muchas ocasiones obstativa para localizar el cuerpo» de Juani Ramos.