La inexplicable muerte de 300 elefantes

De momento Parques Nacionales y Vida Silvestre de Botsuana investiga lo sucedido sin encontrar una explicación plausible. «Hemos recibido un informe sobre la muerte de 356 elefantes en el norte del delta del Okavango, y hasta ahora hemos confirmado el fallecimiento de 275 paquidermos», aseguraba el jueves a la AFP el director del organismo dedicado a velar por la rica flora y fauna de Botsuana, Cyril Taolo. Eso sí, en esta ocasión parece que los temidos cazadores furtivos no entran en la ecuación de la tropelía «ya que los animales fueron encontrados con sus colmillos», desveló. Tampoco el ántrax, al que apuntaron inicialmente las autoridades, es la causa de la mortandad.

Fue la ONG Elefantes sin Fronteras la que dio la voz de alarma el pasado 19 de junio. Según estimaba la organización sin ánimo de lucro, alrededor del 70% de los animales habría muerto «aproximadamente a un mes vista», mientras que el 30% restante habría perdido la vida más recientemente, «entre un día y dos semanas». Su director, Michael Chase, iba más allá al especificar que en los últimos días se había observado a los animales «muy débiles», casi en estado letárgico. Algunos estaban desorientados y otros incluso tenían dificultades para moverse.

En el informe que ha elaborado la ONG se especifica que «muchos cadáveres estaban cerca de pozos naturales, han sido hallados en caminos y han muerto decúbito esternal, lo que sugiere una muerte rápida y repentina». Algo que el biólogo Keith Lindsay, especialista en la preservación de la fauna, confirmaba anteayer: «Los restos que estamos analizando son de elefantes que cayeron sobre su esternón mientras caminaban, lo que es muy inusual».

El Ministerio de Medio Ambiente aclaró que se estaban analizando muestras de los animales en tres laboratorios de Zimbabue, Sudáfrica y Canadá. Asimismo, resaltó que «los colmillos están siendo retirados a los elefantes muertos y los cadáveres que se encuentran en los alrededores de asentamientos están siendo destruidos».