La cruda realidad de los galgos

Los galgos son perros que pueden correr a grandes velocidades. Por desgracia, muchas personas han decidido explotarlos por sus habilidades y los utilizan como animales de caza. Lo que muchas personas no pueden imaginarse es la triste suerte que estos animales corren una vez que se ha terminado la temporada de caza y sus dueños simplemente prefieren evitar el costo de cuidar al perro durante el resto del año.

Anna Clements ha trabajado como rescatista de animales durante muchos años y junto a la organización SOS Galgos, ha ayudado a salvar la vida de más de 350 perritos en Barcelona.

e especializan en dar una nueva oportunidad a miles de perros que son abandonados a su suerte una vez que termina la temporada de caza. También realizan importantes campañas para tratar de acabar de una vez por todas con esta terrible práctica, así como educar a las personas sobre la necesidad de valorar y cuidar a los animales.

Desde hace muchos años los galgos suelen ser lanzados a pozos que se encuentran bloqueados con madera, de modo que es prácticamente imposible que el inocente animal logre salvar su vida. Otros cazadores los atan a las vías de un tren o los dejan a un costado de la carretera.

Durante la caza alimentan mal a los galgos para que estén ansiosos por perseguir a la presa.

La mayoría de los galgos corren el riesgo de fallecer a causa del abandono de los galgueros.

A pesar de que cada vez hay más organizaciones destinadas a velar por el bienestar de estos perritos, es muy difícil para ellos contar con los medios económicos y cubrir los tratamientos que todos los galgos necesitan después de una dura temporada en la que recibieron muy malos tratos.

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