Borrar
Imagen del cráter del volcán de Cumbre Vieja. Cober

Maneras de buscarle nombre a un volcán

El volcán de La Palma lleva seis meses y medio sin nombre. Las opciones para nombrarlo son muchas. Los palmeros serán los que decidan

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 3 de abril 2022, 09:21

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El volcán submarino Tagoro, en El Hierro, estuvo cinco años sin nombre. Al final, fue el Instituto Hidrográfico de la Marina el que lo bautizó y lo inscribió en las cartas náuticas con ese nombre.

El volcán de La Palma lleva seis meses y medio sin denominación. No hay prisa por buscarle nombre. Las prioridades son otras; ofrecer soluciones a las alrededor de 2.500 personas que perdieron sus viviendas en una catástrofe que destruyó 1.676 edificaciones, 73 kilómetros de carreteras y 370 hectáreas de cultivo.

En todo caso, esta vez, ninguna institución impondrá un nombre al volcán que entró en erupción el 19 de septiembre en la dorsal de Cumbre Vieja, cerca del camino de Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso. De hecho, la idea es que sea la población local más cercana al volcán la que tenga la última palabra.

En este sentido, la Consejería de Participación Ciudadana del Cabildo de La Palma, dentro del proyecto de Intervención Comunitaria Revivir El Valle, estudia distintas fórmulas para abrir un proceso en el que la sociedad proponga posibles nombres y, tras un debate, elegirlo sondeando la opinión de los palmeros y, en especial, de los habitantes del Valle de Aridane.

No hay reglas escritas para nombrar un volcán pero, como norma general, se le pone el nombre del lugar donde surgió, se escoge un nombre del santoral del día en que entró en erupción, de una ermita próxima o de la población más cercana que destruyó para que perdure en la memoria, explica la profesora de Geografía Física en la Universidad de La Laguna, Carmen Romero.

«El único caso conocido del nombramiento de un volcán en Canarias es del Teneguía en 1971. Hubo una polémica en torno al nombre porque un periodista propuso llamarlo Teneguía. Lo usual era ponerle el nombre de un santo y el santo de aquel día no era un nombre muy bonito. Sin embargo, Teneguía era un roque próximo al cráter. El nombre prosperó», relata Carmen.

A las pocas semanas del inicio de la erupción de La Palma, una cabecera canaria quiso seguir la estela del diario tinerfeño 'La Tarde' con el Teneguía y arrogarse el bautismo del volcán palmero, al que le asignaron de forma unilateral el nombre Tajogaite. Lo denunció en Twitter el periodista científico de 'El País' Javier Salas y la redes sociales se hicieron eco de este intento de usurpar el derecho de los palmeros a decidir cómo llamar al volcán.

Pese a la polémica, el nombre de Tajogaite es una de las opciones más plausibles, según Carmen Romero. «Es un nombre guanche y denomina una zona cercana al centro emisor», comenta la experta en vulcanismo histórico en Canarias. No obstante, recuerda que hay otras posibilidades como el nombre del punto exacto donde se inició la erupción, Las Plantas, o el del camino de Cabeza de Vaca, cercano al cráter. La opción que queda totalmente descartada es Cumbre Vieja, un ámbito amplio que abarca la mitad sur de la isla, en cuya dorsal hay numerosos volcanes, explica Romero. Otra posibilidad inviable es la de Jedey, ya que, si bien el volcán surgió cerca de este lugar, ya hay otro con este nombre. Lo mismo ocurre con los nombres de Tacande y Tehuya, que dan nombre a sendos volcanes datados alrededor de 1440 y en 1585, respectivamente, indica la vulcanóloga.

Otra opción es elegir el nombre de una población cercana al volcán para que perdure en la memoria. Es lo que ocurrió con Timanfaya, que toma su denominación de una aldea arrasada por la lava del volcán lanzaroteño que entró en erupción en septiembre de 1730, comenta Romero. En este contexto, surge ineludible el nombre de Todoque, el pueblo sepultado por una colada el 26 de septiembre. Sin embargo, la población no se ubicaba en las inmediaciones del centro emisor y ya hay una montaña que lleva su nombre.

El Paraíso, El Pampillo o Los Campitos son otros de los núcleos devorados por la lava.

Las alternativas que ofrece el santoral del día 19 de septiembre son chocantes; Jenaro, Acucio, Arnulfo, Ciríaco o Teodoro. Mejor suerte con el calendario corrieron los volcanes palmeros San Juan (1949) y San Martín (1646), mientras que el San Antonio (1677) tomó su nombre de una ermita cercana, apunta Romero.

En todo caso, la experta señala que, en general, los topónimos los impone el uso y el tiempo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios