Las llamadas al teléfono de las personas mayores aumentan un 148%

Desde que comenzó la pandemia, a mediados del mes de marzo, la población mayor ha estado en el punto de mira por su vulnerabilidad frente al virus. Eso, sin embargo, no significa que se le hayan facilitado las cosas. Con los centros de día cerrados, la clausura de los clubes o centros de mayores y asociaciones vecinales, y la cancelación de las actividades en los meses del confinamiento buena parte de las personas mayores se quedaron aisladas en sus propias casas y sin lugares de socialización a los que acudir. Esta soledad no deseada se refleja en las llamadas al teléfono de las personas mayores de Canarias (900 707 020), que han aumentado entre enero y octubre un 148% con respecto al mismo período del año anterior, con picos de hasta un 268% más en los primeros quince días del estado de alarma.

«La necesidad de hablar está más presente que nunca», asegura el responsable de la ONG Teléfono de la Esperanza que gestiona el de las personas mayores, José Cabrera.

Al inicio de la pandemia las llamadas más numerosas tenían que ver con las necesidades básicas como ayuda para hacer la compra, la obtención de medicamentos o recados básicos. Fue el momento del auge de aplicaciones como Covida, que logró que aumentara el «voluntariado de vecindad».

Pero a medida que ha pasado el tiempo y, especialmente, tras la desescalada, toda esa solidaridad se ha ido diluyendo. «Hay mucho miedo entre las personas mayores a un posible contagio. También mucha pena y tristeza por la pérdida de relaciones con otras personas e incluso alguna situación de duelo porque han perdido a alguien y no han podido acompañar ni estar acompañados, eso ha sido frecuente», reconoce Cabrera.

La propia ONG ha visto como algunas de sus iniciativas, como la de animar a la gente mayor a socializar con programas de acompañamiento, han tenido que suspenderse con lo que esas personas que empezaban a salir de la soledad han vuelto al punto de partida.

«Hay una gran variabilidad de casos. Nosotros estamos en contacto con muchas personas muy activas, pero en otras sí hemos notado cierto retroceso, eran muy participativas y esto realmente les ha afectado», señala Cabrera, quien recuerda que la soledad no solo pasa factura psicológica, sino física. «La soledad es un factor de riesgo para la salud al mismo nivel que la hipertensión o el colesterol. Estar solo y sentirse aislado afecta al estado moral y a la salud física», abunda. De hecho, uno de los motivos de las llamadas es el «estado depresivo acentuado por la crisis actual e ideación y crisis suicida. Se está produciendo un repunte preocupante de llamadas con temáticas suicidas», advierte.

Por eso ahora, explica José Cabrera, «vamos a activar un acompañamiento activo llevando a cabo otras iniciativas. Ya lo estábamos haciendo, llamando de vez en cuando de forma organizada y promoviendo la formación del voluntariado». Pero, además, a principios del próximo año quieren impulsar «una comunidad online senior con programas de alfabetización digital para personas mayores y un acompañamiento más activo». Se trata, explica Cabrera, «de recrear espacios de participación cuidando el tema de la seguridad sanitaria».

Por término medio, 24 personas al día han llamado al teléfono de las personas mayores de Canarias entre enero y octubre, 7.220 llamadas en tota, un incremento del 148%l. El servicio ha sido utilizado mayoritariamente por mujeres (60,6%).

Además, en el servicio de orientación psicológica y familiar Compartevida se han mantenido 608 entrevistas, un 35,49% más que en el mismo período del año anterior, y se ha atendido a 169 unidades familiares, 62 más que entre enero y octubre de 2019.