Cuando Lennon se sentó en un parque de La Habana
En El Vedado ·
Curiosas historias rodean a una de las esculturas más visitadas de Cuba, inaugurada hace 25 añosJoseba Martín
Sábado, 6 de diciembre 2025, 12:05
Mañana, hace justo 25 años, la ciudad de La Habana quiso rendir homenaje a John Lenon, a su legado musical y su mensaje de paz, ... y decidió 'sentarlo' en un banco del parque que lleva su nombre en El Vedado de la capital cubana, donde permanece desde entonces. La inauguración de la escultura estuvo presidido por Fidel Castro. «Lamento no haberte conocido antes, comparto plenamente tus sueños. Yo también soy un soñador que ha visto sus sueños convertirse en realidad», declaró el mandatario ante la estatua. Era el mismo líder revolucionario que el 13 de marzo de 1963 en su discurso en la Universidad de La Habana criticaba a «esos pepillos vagos, hijos de burgueses, que andan por ahí con unos pantaloncitos demasiado estrechos; algunos de ellos con una guitarrita en actitudes elvispreslianas». ¨
La escultura de Lennon, realizada en bronce y a tamaño natural, es obra de José Villa Soberón, autor también de otras famosas figuras en memoria de Ernest Hemingway, Benny Moré o Antonio Gades. Lo presentaba como «un Lennon tranquilo, sin sus demonios, sentado en el parque como si nos estuviera visitando». A sus pies aparece un fragmento de la canción 'Imagine' en español: 'Dirás que soy un soñador, pero no soy el único'. Esa es la frase que inspiró a Fidel.
Pero aquella inauguración resultó polémica. Tiempo atrás, el régimen cubano había prohibido la difusión de la música cantada en inglés en la radio y la televisión por considerarla «imperialista y contrarrevolucionaria». Todos señalan a Jorge 'Papito' Serguera, presidente del Instituto Cubano de Radiodifusión (ICR) entre los años 1967 y 1973, compañero de armas de Fidel en Sierra Maestra y fiscal en tribunales revolucionarios, como el artífice de aquella censura. En una entrevista que data de 2001 Serguera, que admitió que escuchaba al cuarteto de Liverpool en privado, justificó esa política por las presiones de un sector más radical dentro del poder.
Un importante colectivo cultural cubano criticó aquel reconocimiento oficial a Lennon y a los Beatles, después de casi dos décadas de ostracismo. Pero en el momento de descubrir la estatua se remarcaba su espíritu soñador, su crítica a las políticas exteriores de Estados Unidos. Y unas cuantas voces no dudaron en recordar lo ocurrido en diciembre de 1990, en aquel concierto de homenaje a la banda inglesa organizado sin apenas medios y con muy poca promoción, pero que logró llenar el parque Menocal y provocar que se le dedicara a Lennon.
Jorge Dalton, prestigioso documentalista cubano-salvadoreño, explica sin descanso todas las complicaciones que hubo que superar: desde conseguir cuatro cámaras y una unidad móvil del ICR para grabar en la terraza baja del hotel Habana Libre hasta ver cómo todo el apoyo oficial y material desaparecía en pocas semanas. Fueron los vecinos del parque Menocal y grupos de músicos quienes aportaron lo necesario para que el concierto se celebrara en El Vedado, a siete kilómetros de La Habana Vieja.
De aquel exitoso acontecimiento Dalton sólo conserva cinco fotos y un vídeo de tres minutos en YouTube. «No se pudo ni ensayar, pero todo funcionó mejor de lo que pensábamos. El parque también fue rodeado por un fuerte cordón de policías que a la larga terminaron cantando y tarareando junto a todos nosotros 'Yesterday', 'A Hard Day's Night', 'Come Together' o 'Let It Be'», recuerda.
La escultura del 'beatle', realizada en bronce y a tamaño natural, es obra de José Villa
Desde aquella fecha se han celebrado más conciertos de homenaje, el repertorio 'beatle' está en todo tipo de agrupaciones, se han abierto nuevos espacios y se han programado iniciativas curiosas, como la obra de teatro 'Juan Lennon en La Habana', en el Café Teatro Bertolt Brecht de la capital en el verano de 2012. Estrenada en Miami, ofreció 27 representaciones ante el público cubano con la historia de un fan del rock que huye a Miami, donde muere y su viuda regresa al parque Lennon para cumplir la promesa de esparcir allí sus cenizas.
El tiempo pasa. La estatua ya no tiene gafas -aunque llegó a tener cuidadores para evitar robos-, el paso de cebra que separa la figura de Lennon del cercano local 'Submarino amarillo' casi ha desaparecido y el parque reúne su mayor número de visitantes cada sábado por la mañana con ocasión del mercado semanal ubicado a espaldas del legendario artista de Liverpool.
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