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Laira con su madre; yanira Ponce, después de vacunarse ayer en Infecar. Juan carlos Alonso

Laira, de 9 años: «Pues no me ha dolido nada»

Primer día de la vacunación infantil. El número de familias que acudió ayer a Infecar para inocular a sus hijos e hijas contra la covid y las más de 17.000 citas concertadas invita al optimismo del personal sanitario por la aceptación de la medida

Luisa del Rosario

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 16 de diciembre 2021, 01:00

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Hace ahora un año el nombre de Mari Carmen Déniz, de 72 años, saltaba a los medios de comunicación porque era la primera persona vacunada contra la covid en Gran Canaria: «Estoy bien, no dolió nada», dijo ese día. Ayer se vacunó Laira, tiene nueve años y ha sido una de las primeras niñas en recibir la vacuna infantil contra la covid: «Pues no me dolió nada», afirmó después del pinchazo. Acudió con su madre, Yanira Ponce, a Infecar. Tenía cita previa porque en su familia estaban deseando que la pequeña Laira también pudiera recibir un suero que la proteja frente a la enfermedad.

Pero no era la única pequeña en aquel recinto. El primer día de la vacunación infantil para menores de entre 5 y 11 años en Canarias dio alas para el optimismo al personal sanitario que atiende la vacunación. Unos 250 pequeños, entre la cita previa y sin cita, fueron vacunados ayer solo en Infecar. Además, se está vacunando en centros de salud y en los distintos dispositivos que se abrieron en las islas para atender a la población en general.

Rosa Cáceres acudió con su hija Laura, de 8 años, dispuesta a recibir su primer pinchazo. La vacuna infantil que se está inoculando pertenece a Pfizer y, además de que se ha equilibrado para poder utilizarse en esta franja etaria se distancia en ocho semanas.

Eduardo tiene 10 años y ayer recibió su primera dosis. Es diabético y su madre, Gema Arencibia, se presentó con él sin cita previa confiada en que entraría en el cupo del día. Cuando sus padres le dijeron que iba a vacunarse Eduardo asegura que les dijo que sí. «Y digo sí, me dolerá, pero prefiero eso a la covid».

Gema Arencibia asegura que en su círculo de amistades todos los padres están deseando vacunar a los menores. «Nosotros supimos al principio de la pandemia que había muerto una niña de 12 años en Bélgica y nos impactó mucho», narra. Aún así, recuerda, muchas familias incluso han vacunado a sus hijos fuera del calendario obligatorio porque preferían prevenir. Y esta vacuna, insiste, es una más.

Pero vacunar a la población infantil no es tan fácil como a la adulta. Muchos niños y niñas van preparados. Algunos le tiene miedo a las «agujas» y les hace falta un tiempo para «negociar». Laira reconoce que a ella las agujas no le gustan, por eso su madre reconoce mientras esperan los quince minutos de rigor después de la inyección, que «ha sido muy valiente».

Con otros, en cambio, se tarda más. Ayer se oyó algún llanto en Infecar, alguna pataleta y algún «por favor yo no quiero». Pero también se veían brazos con la manga subida para que se viera la tirita.

Así estaba Arón, de 9 años, que se vacunó junto a su hermana gemela Nora. Esta estaba más reticente ante el posible «dolor» de la inyección. Arón, en cambio, estaba seguro de que hoy sería el foco de interés en el colegio. El padre de ambos, Arón Quevedo, se mostraba orgulloso del empuje de sus hijos y en su familia tenían claro, dijo, que la vacuna es la mejor forma de luchar contra la pandemia. «Ellos vienen privados», admitió.

Una de las coordinadoras de vacunación de Infecar, Nora Mokine, explicó el dispositivo que tenían desplegado en Infecar. El recinto ya está decorado con motivos navideños y globos de colores. «Los niños colaboran mucho», dijo Mokine, quien mostró su satisfacción por la respuesta que estaban dando las familias canarias a la vacunación.

De hecho ayer ya se habían concertado más de 17.000 citas telefónicas, es decir, en los pocos días que lleva abierta la posibilidad de la vacunación infantil el 12,41% de la población diana de la franja etaria de 5 a 11 años ya se ha apuntado a recibir el suero.

«A veces les impacta la aguja», insiste María Dolores, una de las auxiliares de enfermería del vacunódromo, «pero después se les pasa. Nosotros estamos muy contentos».

A las llamadas a la vacunación infantil de las sociedades pediátricas se sumó ayer la voz del presidente canario, Ángel Víctor Torres. Vacunarse «es lo más seguro para ellos, para su familia» y para la sociedad en su conjunto, añadió en la sesión parlamentaria en la que respondía al diputado Casimiro Curbelo, informó Efe. Curbelo, por su parte, propuso que la vacunación se realice también en los centros escolares, aspecto que el presidente no ha descartado que se produzca en enero, como ya ha anunciado Sanidad.

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