La Justicia italiana da la custodia del hijo menor de Juana Rivas a su padre

Así consta en una sentencia dictada por la justicia italiana, que estima en parte el recurso de apelación que Juana Rivas interpuso contra la sentencia que otorgó, en 2019, la custodia exclusiva de sus dos hijos menores a su progenitor.

El fallo, al que ha tenido acceso IDEAL, está dictado por la Sección Civil del Tribunal de Cagliari e impone una serie de condiciones en las visitas de la granadina al menor. Podrá verlo los fines de semana alternos, aunque tendrá que ser «exclusivamente en Cerdeña, en Carloforte o en las zonas limítrofes, en cualquier caso dentro de la Provincia de Cerdeña Meridional y de la Ciudad Metropolitana de Cagliari». Además, esas visitas habrán de estar monitorizadas. En cuanto a las visitas de Arcuri al mayor, lo podrá ver y tener con él según lo acuerde con él.

La sentencia es, en opinión del abogado en España de Francesco Arcuri, Enrique Zambrano, «muy dura» con la granadina, pues enumera «todas las acciones que Juana Rivas ha ido haciendo en contra de sus hijos. Y en ello se basa para dar la custodia exclusiva a Francesco, pero además restringiendo la anterior sentencia, pues antes se permitía que viera a los dos hijos en España y ahora solo podrá ver al pequeño en Cerdeña».

De hecho, la resolución llega a decir que Rivas llegó a inducir al hijo pequeño «a hacer falsas acusaciones contra su padre», con el único efecto «de causar confusión en el niño y hacerle sentir inseguro». Y considera que este 'modus operandi' materno estaba «encaminado más a obtener una victoria judicial sobre Arcuri que al bienestar del menor».

Según Zambrano, su cliente, Franceso Arcuri, ha recibido esta resolución con «una doble opinión», pues aunque está «muy satisfecho» por el hecho de que se vaya a proteger al hijo menor al dejarlo con él y bajo su cuidado, cree que debido al tiempo transcurrido «se va a dejar de proteger al mayor» al tener su capacidad de decisión y respetar su elección. Y es que de la sentencia se desprende, según enfatiza Zambrano, que la granadina «ha influido muy negativamente» en los dos vástagos.

Sobre las denuncias penales que se tramitaban en Italia por los supuestos malos tratos denunciados por la madre de Maracena, todas han sido archivadas salvo una, que seguía bajo investigación, pero que Zambrano cree que «seguramente correrá la misma suerte».

Cabe recordar que Rivas se escudó en los supuestos malos tratos (totalmente descartados) que recibía de Arcuri cuando vivía con él en Italia, donde el italiano regenta una hospedería, para regresar a España con los dos menores aprovechando una vacaciones en 2016. Luego, cuando la Justicia española la requirió para que se los devolviera a Arcuri, se mantuvo oculta durante un mes con los niños.

En la resolución anterior, dictada el 20 de marzo de 2019, la justicia italiana había ordenado la custodia exclusiva de los menores a su padre, así como determinaba los horarios y modalidades de visitas entre Rivas y los menores, ordenando que ambos, cuando fueran a España a visitar a su madre, permanecieran dentro de la localidad de Maracena.

Asimismo, ordenó que Rivas realizara un programa de apoyo a la parentalidad al menos una vez a la semana, con remisión de un informe periódico (cada tres meses) a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Carloforte, en el que se acreditase su participación en las reuniones.

De igual modo, dispuso que Arcuri también tuviera acceso a un programa de apoyo parental, para salvaguardar la construcción de una relación comunicativa con la madre de Maracena y que su comportamiento fuese objeto de un seguimiento.

La justicia italiana basó su decisión en aquel entonces en que Juana había alejado a sus hijos de su padre al traerlos a España, una conducta por la que fue juzgada y condenada a prisión por la justicia española. En un principio el juez de lo Penal 1, Manuel Piñar, le impuso cinco años de cárcel como autora de dos delitos de sustracción de menores, pero el Tribunal Supremo concluyó que solo hubo un delito y le rebajó la pena a la mitad.

Juana llegó a cumplir la pena privativa de libertad (estuvo en el Centro de Inserción Social Matilde Cantos), pero finalmente, el Gobierno le concedió el indulto parcial.