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Juana Rivas acude al Centro de Inserción Social Matilde Cantos, en Granada, acompañada de sus abogados EP
Juana Rivas ingresa en prisión con la esperanza de obtener el tercer grado

Juana Rivas ingresa en prisión con la esperanza de obtener el tercer grado

La madre de Maracena entró voluntariamente este viernes en el Centro de Inserción Social Matilde Cantos de Granada para saldar su deuda judicial

chema ruiz españa y yenalia huertas

Granada

Viernes, 11 de junio 2021, 10:31

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El punto álgido de un proceso penal que acaba en condena es el ingreso en prisión. El de Juana Rivas, condenada a dos años y medio de prisión por el secuestro parental de sus dos hijos en el verano de 2016, se produjo este viernes por la mañana. A las 10.00 horas cruzó la puerta del Centro de Inserción Social Matilde Cantos (CIS) de la capital granadina para saldar su deuda con la justicia. Lo hizo acompañada de su abogado, Carlos Aránguez, y de la que fue su asesora en el Centro de la Mujer de Maracena cuando denunció a su exmarido italiano Francesco Arcuri y se negó a devolverle a los menores, Paqui Granados.

«Estos momentos son muy difíciles. Voy a ingresar en prisión. Jamás en mi vida hubiera pensado que nos pasaría algo así. Creo que principalmente esta condena es para mis hijos», expresó Rivas en un comunicado remitido a los medios, a los que también se dirigió su letrado para garantizar que iba a luchar con todas las armas legales para que su clienta esté el menor tiempo posible encerrada.

Hay tres eventuales puertas de salida ahora mismo para Juana Rivas: la de su indulto total, solicitado el pasado 4 de mayo al Gobierno central y que sigue tramitándose. La del recurso presentado contra el auto de prisión ante el juez que la condenó, Manuel Piñar, titular del Juzgado de lo Penal 1, que, en caso de ser desestimado, recalará en la Audiencia. Y la del tercer grado penitenciario.

Reinserción

Como explicó su letrado, ese grado de semilibertad (que no es la libertad condicional) se otorga por Instituciones Penitenciarias a aquellos reclusos que ya están preparados para reinsertarse en la sociedad. Conlleva poder salir del centro penitenciario y dormir fuera de la celda con un lógico control y seguimiento. Lo concede Instituciones Penitenciaras a propuesta de la Junta de Tratamiento.

Sobre el indulto, la defensa también se mostró confiada. «Tenemos fundadas esperanzas en el indulto que solicitamos el pasado 4 de mayo. No es una percepción subjetiva; este indulto ha sido apoyado por más de 60 organizaciones públicas y privadas», recordó Aránguez. En este punto, recordó que esa medida de gracia, que supondría que la granadina retomase la libertad, «ha recibido públicas muestras de apoyo de altos cargos de la Administración». La defensa de Juana está convencida de que se tendrá en cuenta que «es una madre luchando por el bienestar de sus hijos». Ahora, solo queda esperar.

La condena de la granadina fue dictada en 2018 por el magistrado Manuel Piñar. Inicialmente fue de 5 años de prisión y 6 años de privación a ejercer la patria potestad sobre sus hijos. Ese juez fijó una indemnización de 30.000 euros para la expareja de la mujer, pero la suma fue rebajada por la Audiencia de Granada a 12.000. El fallo fue recurrido ante el Tribunal Supremo (TS) por ella y el pleno de la Sala de lo Penal dejó su castigo en la mitad, al entender que cometió un solo delito de sustracción de menores y no uno por cada niño que se trajo de Italia.

Juana ha abonado ya la indemnización a Franceso Arcuri, el padre de sus dos hijos, que se encuentran actualmente viviendo con él en Carlofote, al sur de Cerdeña, puesto que el Tribunal de Cagliari le concedió en 2019 la custodia exclusiva de ambos.

El telón de fondo del caso de Juana Rivas, que se adentró en un laberinto judicial cuando en 2017 decidió no reintegrar a los niños al que fuera su pareja y desaparecer y ocultarse con ellos durante un mes, son unos supuestos malos tratos descartados por la justicia. Aquella denuncia de Juana fue formulada en el cuartel de la Guardia Civil de Maracena en el verano de 2016 y acabó archivada en Italia. Y aunque ella defiende que ha sufrido malos tratos, lo cierto es que Arcuri fue condenado a tres meses de prisión en el año 2009, por una pelea entre ambos cuando viían en Granada y en la que hubo cruce de denuncias. El italiano aceptó aquella pena, pero no llegó a entrar en en la cárcel. Hasta ahora ninguna acusación de la granadina ha prosperado, aunque la defensa de Juana indicó recientemnete que existen en curso varias acumuladas en su solo proceso por supuesta violencia familiar. Juana ya está en prisión, pero el caso no ha terminado.

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