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Los jets privados sobrevuelan la pandemia

Los jets privados sobrevuelan la pandemia

Viajar de lujo | El descalabro de los vuelos comerciales aumenta el protagonismo de la aviación ejecutiva, una opción que ya no es exclusiva de las grandes fortunas y está cada vez más extendida en el mundo de los negocios

Sábado, 21 de agosto 2021

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No es que acaben de llegar, ni mucho menos, pero sí es cierto que la emergencia sanitaria les ha dado un impulso desconocido allí donde hasta ahora su uso se sigue vinculando a un grupo reducido de privilegiados. La aviación ejecutiva escala posiciones y lo hace aupándose sobre un nuevo perfil de pasajero que valora la posibilidad de volar sin escalas entre destinos donde no existían conexiones con servicios de línea, la seguridad sanitaria de viajar en un entorno protegido y sin extraños, y hacerlo con discreción y comodidad. Pero, sobre todo, lo que ese alguien busca es una operativa flexible en un escenario, el del mundo de los negocios, siempre cambiante. Un fenómeno al que no es ajeno España, donde la tendencia es también al alza, aunque la cuota de mercado sea inferior a la de países como Reino Unido, Francia o Alemania.

Esta lectura no hay que entenderla en términos absolutos. El espacio aéreo ha estado cerrado de manera intermitente para todo el mundo, pero la desescalada se ha vivido de diferente manera según el modelo de negocio. Mientras la aviación comercial se ha enfrentado a caídas brutales del 70% y hasta el 80% del tráfico y han desaparecido innumerables conexiones, los vuelos ejecutivos han sabido capear mejor el temporal -lo avalan 513.045 salidas de jets privados-, con pérdidas que en Europa rondaron el 23,8% pero que algunos segmentos incluso saldaron en positivo.

Parece ser el caso de Emptyleg, que el año pasado incrementó un 17% el número de vuelos confirmados en jet privado, haciendo bueno el dicho aquel de que los ricos no sufren las crisis, las aprovechan. «La reducción de vuelos regulares en el marco de la pandemia ha generado un interés donde antes no lo había», sostiene José Manuel Álvarez, el presidente de la compañía, un broker aéreo sin flota propia pero especializado en proporcionar vuelos privados a particulares, empresas y organizaciones, «lo que significa encontrar el mejor aparato en cualquier momento y a cualquier parte del mundo».

También en Europair han sabido hacer de la necesidad virtud. Hasta ahora su principal fuente de ingresos era facilitar programas de vuelos para touroperadores europeos; una línea de negocio que, como explica Gerardo Manzano, su director ejecutivo, «se ha visto ampliamente sobrepasada por la gestión de soluciones en aviones privados».

Es difícil no encontrar una persona que no haya volado nunca, pero lo es más dar con alguien que lo haya hecho en jet. ¿Quiénes son los clientes de estos exclusivos aparatos, además de las grandes fortunas? Cada vez son más las empresas que utilizan la aviación privada como una herramienta de trabajo, lo que permite aprovechar mejor el tiempo y se traduce en un ahorro económico, explica el CEO de Europair. Ejecutivos que pueden encadenar reuniones en dos o tres sitios separados por centenares de kilómetros, «dispuestos a vencer cualquier barrera para mantener la actividad económica, en invertir para seguir relacionándose y produciendo».

Sin aglomeraciones ni esperas

Artistas, diplomáticos, celebridades; técnicos empleados en plataformas petrolíferas o de gas, en explotaciones mineras aisladas... -asta equipos deportivos que eliminan así riesgos de contagio al afrontar una competición en la que no quieren dejar nada a la improvisación. «También clientes que son propietarios de inmuebles en España», informan desde Atmospherica Aviation, con sede en Praga. «Regalar vuelos -añaden- es algo cada vez más común».

EUROPAIR

«Hemos detectado un auge en los vuelos de particulares como una manera de disminuir el riesgo y minimizar el contacto con otras personas. La ventaja de la aviación privada es que los aeropuertos cuentan con terminales privadas y filtros dedicados para uso exclusivo, evitando así aglomeraciones o colas de espera. Además, a bordo no se vuela con desconocidos y se reducen los puntos de contacto, lo que minimiza el riesgo de contraer la infección», añaden desde Emptyleg.

Compañías como Netjets, líder del mercado, disponen de flotas propias: desde Embraers de siete pasajeros hasta aparatos de cabina grande -Dassault, Bombardier-, con capacidad para 14. La mayoría, sin embargo, se mueve por el proceloso mundo de los charter recurriendo a una tupida red de operadores. El cliente accede al buscador de vuelos 'online' y escoge la opción que más se adecúe a sus necesidades y su economía activando un circuito planetario en busca del mejor precio, el tamaño adecuado de avión, el aeropuerto o el plan de vuelo más conveniente... Como eDreams, pero con tarifas de cinco cifras. A cambio, las compañías ofrecen experiencias únicas hechas a medida donde el límite está, literalmente, en el cielo.

Un servicio exclusivo que empieza desde el mismo aeropuerto, donde se usan terminales exclusivas, sin aglomeraciones ni esperas, ni siquiera para realizar el check-in o pasar el filtro de seguridad (aunque controles pasan todos). «Se puede llegar 30 minutos antes, fijar la hora a la que se quiere volar y realizar cambios con poca antelación», describe Álvarez. «La recogida en el destino más cercano es una cuestión de rutina, incluido el servicio puerta a puerta», apunta Petr Holic, jefe de ventas en Atmospherica Aviation, cuyo ámbito de actuación es Europa, Oriente Medio y la Federación Rusa.

Otra de las grandes ventajas de volar en un jet privado es que las restricciones al equipaje son mínimas -las maletas van en bodega o en la propia cabina para acceder a ellas-, sujetas únicamente al tamaño del avión. «Los modelos más pequeños pueden tener problemas para cargar palos de golf, esquís o cochecitos de niño», aclara Manzano. Por cierto, se admiten mascotas a bordo.

La comodidad va más allá del espacio del que uno dispone para estar a sus anchas. Teléfono satelital, un auxiliar de vuelo sólo para el pasajero, posibilidad de fumar para quien no aguante ahí arriba libre de humos... Y, cómo no, la comida. El tamaño de la cabina y la disponibilidad de una cocina con hornos son los únicos límites, lo que abre una horquilla que va desde un picoteo de altura hasta una cena de cuatro platos o una cata de vinos. «El límite lo pone la imaginación de cada uno». También el precio, que se entiende va aparte. Imagínese sobrevolar los fiordos noruegos mientras le hinca el diente a un solomillo Wellington regado con Moët & Chandon.

El 'low cost' de los jets

La oportunidad de viajar en un jet privado puede estar fuera del alcance de la mayoría, aunque hay una manera de disfrutarlo a un precio más competitivo. Sucede cuando el aparato realiza rutas posicionales. Es lo que se llama 'emptyleg' o tramo vacío, es decir, el avión viaja sin pasaje. No están garantizados al 100%, porque si el cliente que ha contratado la aeronave se echa atrás en el último momento ya no hay necesidad de desplazarse para ir a recogerlo. En ese caso, el operador devuelve el dinero al pasajero 'de rebote' y ahí acaba su compromiso.

  • -70% Las caídas en el sector aeronáutico han sido generalizadas durante la emergencia sanitaria, si bien las diferencias entre el sector comercial y el privado son grandes. Mientras el primero se hundió un 70%, el segundo ha capeado el temporal con una bajada del 24%. Empresas como Emptyleg hablan incluso de incrementos del 17% en vuelos confirmados.

  • 513.045 salidas de jets privados el año pasado La estadística referida a Europa arroja resultados un 23,8% inferiores respecto a los que se registraron antes de la covid.

  • 127 minutos es el tiempo medio que la aviación ejecutiva ahorra a sus pasajeros en comparación con la alternativa comercial más rápida, según datos recogidos por la European Business Aviation Association.

  • Top 5 de los mercados ejecutivos de Europa Francia, con 86.843 salidas, encabeza el ranking, seguido de Alemania, Reino Unido, Italia y Suiza. Juntos concentran el 58% del tráfico ejecutivo que se registra en Europa. En España, donde en 2020 se registraron un total de 33.056 despegues, la tendencia es al alza.

  • 5.000 aeropuertos y aeródromos hay en Europa donde se puede aterrizar en jet privado. Estos aparatos gozan de más conectividad al poder llegar a lugares donde las líneas regulares no llegan. En cuanto a las aerolíneas convencionales, las opciones se limitan a 500 puntos.

  • El 95,6% de las salidas en España, domésticas Y todas juntas, es decir, sumándoles las que tienen por destino el extranjero, representan el 6,4% del total del tráfico europeo de jets privados. Los datos han sido recogidos por la consultora WingX Advance.

Cuando uno viaja en jet, las opciones no se limitan a alquilar un servicio. «Hay quienes optan por una propiedad compartida o por la totalidad del aparato, lo que significa una cascada de gastos en forma de mantenimiento, cuotas de socios, tripulaciones o suplementos para combustible», informan desde Europair. «También hay programas de afiliación, muy frecuentes en Estados Unidos -repasa Álvarez- que buscan fidelizar al cliente. Este realiza un desembolso en el momento de la inscripción y luego se van descontando los viajes de ese saldo. Dicho de otro modo, paga por lo que vuela».

¿Qué ocurre en caso de compra, cuando quien adquiere un avión no sabe pilotarlo? «Los jets privados necesitan ser operados por tripulaciones certificadas y mantenidos por empresas especializadas -aclara Manzano-, lo que en la mayoría de los casos se traduce en apoyarse en empresas para la gestión eficiente de ese servicio». También aquí hay soluciones intermedias, porque quien tiene uno de estos pájaros en propiedad puede comercializarlo cuando no lo utiliza.

Con crisis o sin ella, los jets son una realidad cada vez más extendida. Netjets afirma que las consultas de ventas han aumentado desde que estalló la pandemia, hasta el punto de que «ahora tenemos el triple de nuevos propietarios que el año pasado por estas fechas». Compradores de aparatos por lo general más pequeños, muchos procedentes del mundo tecnológico y los fondos de cobertura. Echen cuentas: un Dassault Falcon 7X que vuela 450 horas al año costaría a su dueño unos 2,6 millones al año. Cien euros al minuto. Para sentir vértigo no hace falta ponerse a 30.000 pies.

Hasta 49.000 euros por ir de despedida de soltero a Berlín con diez amigos

Si ha pensado en darse un homenaje, aquí van algunas sugerencias. Ajústense el cinturón porque las tarifas, ya supondrán, no son para todos los bolsillos. Emptyleg, por ejemplo, cobra entre 39.000 y 49.000 euros (dependiendo de la época del año) por un viaje a Berlín con salida un viernes y regreso el lunes en un Challenger 605 o un Falcon 2000 con capacidad para 10-12 pasajeros. El alquiler es por el avión completo, lo mismo da que viaje una persona o que todos los asientos vayan ocupados.

Supongamos que usted y su marido hacen las bodas de plata y quiere invitarle a un fin de semana en Ibiza. Viajar a Baleares con Europair en temporada alta le saldría por 14.000 euros en un jet de cabina pequeña (4-7 pasajeros). Dicen en la compañía que es una escapada muy solicitada.

Atmospherica Aviation nos ofrece un plan alternativo para quien quiera tomarse tiempo ahí arriba y tenga don de lenguas. ¿Qué les parece Moscú? De nuevo con salida en Madrid, también un fin de semana largo. La calculadora empieza a regurgitar el capricho y la tarifa que sale asciende a 50.000 euros. Eso sí, en un avión de nueve plazas.

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