Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Mirian Rodríguez, la madre de Romina Celeste Núñez, la joven asesinada en Lanzarote en 2019 por su marido, Raúl Díaz, según confesó este viernes él mismo durante el juicio, espera que también señale dónde están los restos de su hija. «Seguiré teniendo la esperanza de que el último día diga 'los restos de tu hija están enterrados en algún sitio de esta isla'. Sé que está en algún sitio. Esa isla es preciosa, pero mi hija quedó ahí esparcida. ¿Dónde? No sé». Por eso, continuó, «así como tocó su corazón para decir que fue el asesino, espero que diga dónde está mi hija».
Miriam Rodríguez, que dio una rueda de prensa junto a la abogada de la familia, Emilia Zaballos tras la primera sesión del juicio contra Raúl Díaz, se lamentó de que no pudo escuchar al autor confeso del crimen machista reconocer que había matado a su hija. «No pude estar hoy en la sala porque soy uno de los testigos». A partir del lunes, cuando se reanude, «ya podré estar presente». Pero «estoy muy triste por no estar cuando el reconoció los hechos. Yo quería estar presente. Nunca creí que mi hija llegara al suicidio. Tengo en mi cabeza que mi hija nunca se va a suicidar. Era alegre, era feliz. Ahora llegamos a la verdad de que él la mató», añadió visiblemente emocionada.
En su opinión, Raúl Díaz ha confesado el crimen «no como estrategia» para reducir condena sino porque «seguro que le pesa el corazón, la conciencia» y añadió: «Yo tengo tanta fe que no creo. Es la conciencia que seguro no le ha dejado dormir en varios años, ni días».
Sobre la posible reducción de condena al autor confeso Miriam Rodríguez fue tajante: «Los años que le den estarán bien. Mi hija nunca volverá a llamarme. Yo , como madre voy a aceptar la sentencia porque serán los años que le dan los hombres. Pero algún día lo de Dios, desde arriba, le llegará».
Noticias Relacionadas
Luisa del Rosario
Arcadio Suárez
La madre de Romina Celeste puso énfasis en que espera que tras el juicio pueda llevarse a Paraguay el único resto biológico que ha podido ser localizado de su hija, un pequeño trozo de pulmón.
«Siempre digo que esto le tiene que suceder a una persona para entender qué es el dolor de una madre. Lo más triste es no despedirme de ella, porque solo hay un pequeño pulmón. No tengo cuerpo. No tengo nada, solo el pequeño pulmón y una esperanza, llevarlo a mi casa. Yo quería que llegara el juicio de mi hija. '¿Y para qué quieres que llegue el juicio si nuestra hija no va a volver?' me decía mi marido. Mi hija va a volver con el pequeño pulmón que voy a llevar a mi casa. Su cuerpo está esparcido, pero el pequeño pulmón lo voy a llevar a mi casa. Ojalá se me entregue al terminar, le hice un buen sitio para que cuando me lo den colocarlo», afirmó.
Miriam Rodríguez lamentó que en estos momentos solo tiene «fotografías» de su hija. Con una de ellas se presentó por la mañana en la Ciudad de la Justicia y con ella apareció en la rueda de prensa. «Tener simplemente en fotos duele mucho. Cada día duele. Me dolió desde el primer día y he tenido que esperar cuatro años y cinco meses para poder escuchar que él la mató. A lo mejor mi hija va a descansar en paz porque ha reconocido que la mató. Nosotros como familia no». Y recordó que su marido, el último día que hablaron con romina por teléfono, no tenía tiempo y no lo hizo. «Hasta ahora le pesa a mi marido. A qué padre no le va a pesar que no tenga cinco minutos para hablar con su hija y que después te digan que está muerta. Es muy triste la verdad».
Raúl Díaz confesó ayer ante la Audiencia Provincial de Las Palmas que mató a Romina Celeste. Pero es una «confesión entre comillas», asegura la abogada de la familia de la víctima, Emilia Zaballos. «Hay partes en la que nos quedan dudas, como si esparció sus restos en el mar o en otra parte. Seguiremos sin saber si realmente se deshizo del cuerpo como dice», explicó ayer en rueda de prensa junto a la madre de la víctima, Miriam Rodríguez.
Precisamente por la ausencia del cadáver, explicó la abogada, no podían mantener la acusación de asesinato ya que no se puede probar si hubieron «una serie de circunstancias que agraven la muerte, como alevosía, ensañamiento porque has provocado daño innecesariamente». Por eso mantenía la misma línea que la Fiscalía.
La confesión Díaz, añadió Zaballos, se estaba gestando desde febrero tras la designación de su nuevo abogado. «Nos transmitieron su intención de reconocerlo y, a partir de ahí, ha sido muy difícil. Hablamos de delitos muy graves y no es fácil negociarlo. se estaban pidiendo casi 21 años y los limites iban a ser muy poco. Ha costado mucho y nosotros no hemos creído en esta acción de reconocer los hechos hasta que se ha producido hoy. Hemos preparado el juicio completo». Y añadió que la acusación no había «cedido nada. Hemos aceptado una atenuante proporcional. No había más predisposición».
Por eso el juicio continuará el lunes. «Será la parte más dura del procedimiento. Se ha pedido parte de la reconstrucción de los hechos. Van a ser momentos duros para Doña Miriam, que ha estado informada desde el momento cero de todo», admitió Emilia Zaballos.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.