Hospital San José: excelencia en el diagnóstico de próstata

Un diagnóstico precoz y correcto es fundamental para mejorar la calidad de vida y la supervivencia del paciente ante el cáncer de próstata, de ahí que la Unidad de Próstata de Hospital San José emplee tecnología de última generación y nuevos marcadores prostáticos, como la biopsia por fusión, que facilitan una mayor exactitud en el diagnóstico, un menor riesgo para el paciente y la adopción de las medidas terapéuticas adecuadas para su tratamiento.

Los síntomas del cáncer de próstata -el más frecuente en el hombre a partir de los 50 años- y de otras enfermedades no oncológicas, comienzan por lo general con problemas al orinar. Ante estos signos, es importante pedir cita con el urólogo. El riesgo de padecer cáncer de próstata aumenta si existen casos diagnosticados en la familia: con antecedentes familiares de primer grado (padre, hermanos), la probabilidad de padecer esta enfermedad es dos veces superior, según confirman diversos estudios.

Hospital San José ha sido pionero en la implementación de la biopsia por fusión en Canarias. Este procedimiento de vanguardia no solo reduce el número de biopsias necesarias sino que, además, proporciona una evaluación más precisa de la presencia, ubicación y gravedad del cáncer en su caso.

Según el equipo de Urología de su Unidad de Próstata, esta técnica ha demostrado ser un 30 por ciento más efectiva en el diagnóstico de cánceres de próstata en comparación con la biopsia tradicional, realizada a través de la vía rectal.

Antes de llevarla a cabo, se realiza una resonancia magnética multiparamétrica cuyos resultados se transfieren a un ecógrafo de última generación, lo que mejora significativamente la precisión diagnóstica al crear imágenes tridimensionales de la próstata. La obtención de un mapa de 360° de la próstata permite la visualización y localización de las lesiones descritas en la resonancia y facilita la identificación precisa de los puntos en los que se debe biopsiar al paciente.

La biopsia por fusión se realiza en quirófano, de forma ambulatoria, bajo sedación y por vía perineal -en lugar de hacerse por la tradicional vía rectal-, lo que minimiza los riesgos de infección y aporta un resultado mucho más fiable puesto que, a través del periné, es posible llegar a todas las zonas de la próstata, algunas de ellas, como la parte anterior, difíciles de abordar desde el recto.

La cirugía del cáncer de próstata se lleva a cabo utilizando la técnica laparoscópica extraperitoneal, lo que permite que los pacientes sean dados de alta en tan solo 24 horas. Esta técnica quirúrgica no requiere de transfusiones de sangre ni de cuidados intensivos postoperatorios; permite a los pacientes comenzar a movilizarse tan solo cinco horas después de la intervención y reanudar la ingesta de alimentos, aproximadamente, siete horas después del procedimiento.

La prostatectomía radical laparoscópica extraperitoneal es un procedimiento quirúrgico de mínima invasión que permite extirpar una próstata invadida por cáncer. Se diferencia principalmente de la cirugía abierta en que asegura mejores resultados estéticos y funcionales, con un periodo de recuperación más rápido. 

Edad. Es el factor de riesgo más importante. La incidencia del cáncer de próstata aumenta de forma importante a partir de los 50 años. El 60% de los casos son personas mayores de 65 años.

Antecedentes familiares. El riesgo también aumenta si hay más casos de cáncer de próstata en la familia y, en el caso de antecedentes familiares de primer grado (padre, hermanos), el riesgo de padecer esta enfermedad es dos veces superior, según confirman diversos estudios.

Raza. Por motivos aún no determinados, los hombres afroamericanos tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata que los de otras razas.

Otros posibles factores de riesgo. La obesidad, el consumo de alcohol y el hábito de fumar son factores riesgo para la salud de nuestro organismo.

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