La Guardia Civil calcula que Óscar S. tardó 38 minutos en 'colocar' el cuerpo de Esther en la curva

Así que el cadáver, según el equipo de investigación, estuvo a la intemperie 23 días, hasta que el senderista salmantino aficionado a participar en la búsqueda de personas desaparecidas lo encontró, la mañana del sábado del 5 de febrero, tras las multitudinarias batidas, el infructuoso vuelo de drones y el rastreo de perros, que se centraron más al norte, en el entorno del restaurante La Maña, las urbanizaciones colindantes, los pozos y el canal.

Las búsquedas en Google Maps por parte de Óscar S. habrían comenzado en la mañana de ese día 13 de enero y decidiría trasladarse al mediodía con su vehículo a Traspinedo, activando el modo avión de su teléfono móvil, con el fin de evitar que la aplicación registrara datos de ese desplazamiento. Por la tarde habría realizado dos nuevas consultas que, a juicio de los investigadores mostraría «un indudable interés del investigado por comprobar los registros sobre sus desplazamientos». El último desplazamiento ya lo hizo de noche, dejando el terminal telefónico en su piso de La Rondilla, en Valladolid.

Basándose en los estudios de los técnicos del Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo (GATO), el equipo de investigación del caso reconstruye los movimientos que habría realizado Óscar S. para deshacerse del cuerpo de Esther después de haberla atropellado intencionadamente y mantenido herida y agonizando en su chalé o en alguna zona próxima.

Para ello, entre las 20:39:15 horas y las 21:01:11 horas del 13 de enero habría conducido desde su domicilio de Valladolid hasta la zona de urbanizaciones de Traspinedo y, durante ese trayecto, habría recogido el dispositivo telefónico de Esther López «que se encontraría oculto en una zona comprendida a ambos lados de la A-11 hacia el oeste en dirección a Tudela de Duero, a la altura aproximada del restaurante La Maña».

Después, entre las 21.01:11 y las 21:16:08 horas, «habría cargado el cuerpo sin vida de la joven, que habría mantenido oculto en una zona compatible con su vivienda familiar de la calle Uno o sus proximidades» y se habría desplazado en su coche hasta una zona «compatible» con el Camino del Apeadero. Luego habría circulado «siguiendo un itinerario planificado» en dirección a la carretera VP-2303 hasta una zona «concordante» con el escenario donde, el 5 de febrero, se encontró el cuerpo de Esther. El sospechoso de homicidio estuvo allí desde las 21:21:11 hasta las 21:59:23 horas, 38 minutos aproximadamente.

Tras depositar allí a la víctima y sus efectos personales, en el punto kilométrico 0,800, regresó a Valladolid y a las 22:58:22 horas volvió a interactuar con su móvil, «que habría dejado en la vivienda presumiblemente al objeto de evitar que durante ese trayecto a Traspinedo su terminal registrase geoposicionamientos».

Indica el informe también que las 13 consultas realizadas y vinculadas a su cuenta de correo del Iphone desde las 18:16:31 y las 19:22:58 de ese día 13 de enero de 2022 «son compatibles con la selección del escenario donde fue encontrado el cuerpo sin vida de la víctima y las rutas de acceso, siendo plausible inferir que Óscar S. planificó durante esa tarde el lugar de depósito del cadáver, su desplazamiento y acceso al mismo».

Para ello, concluye el equipo de investigación de la Guardia Civil, se desplazó «de manera subrepticia» a Traspinedo desde su domicilio en el barrio de La Rondilla de Valladolid donde se habría depositado su teléfono «evitando geoposicionar su terminal en los distintos escenarios estudiados, sabedor de que estos registros podrían comprometerle en las causas de desaparición y muerte violenta» de Esther López de la Rosa.