Buscaba trabajo junto a su bebé y una foto viral le cambió su vida
La imagen de un padre con su hijo en brazos, mostrando su currículum en la puerta de una sucursal bancaria de Palermo, provocó un contagio social de ayuda que convocó desde particulares, fundaciones y hasta a la dirigente Victoria Tolosa Paz
Martes, 22 de junio 2021, 08:43
Hace poco más de tres semanas, Ángel Ariel Ustares, de 34 años, no imaginó que el Día del Padre encontraría un trabajo en una multinacional, y permanecer al menos durante un mes bajo el techo de una pensión y con suficiente comida como para alimentar a su familia.
Primero de junio y con una situación económica límite había obligado a este mecánico, junto a su pareja Lara y sus hijos Bastián de 5 meses, y Catalina, de 3 años, a tener que pedir limosna para poder comer y suplicar trabajo en la puerta de una sucursal bancaria.
Ángel, Lara y su bebé se prepararon para enfrentarse al frío y ante la incertidumbre de no saber qué comer en el día a día.
La familia se instaló durante varias horas en la puerta de una sucursal de un banco, sobre la avenida Libertador y Cavia, una de las zonas de mayor poder adquisitivo del barrio porteño de Palermo. Ángel también se las había rebuscado para imprimir una página de su currículum vitae, con el que aspiraba a poder conseguir algún trabajo en el corto plazo.
Una mujer que pasó por la puerta del banco, llamada Sandra Tolosa, vio el cuadro de situación de la familia, le sacó una foto a Ángel, que posaba con lágrimas en los ojos junto a su bebé Bastián en sus brazos, y decidió contar su historia en la red de Facebook.
«Ángel y su familia están en la calle. Vi su currículum junto al bebé de 5 meses y le pregunté que hacía. Llorando me contaba que es albañil y mecánico y que no consigue trabajo.
Quizás viralizando lo podamos ayudar. Me dijo que no quiere bajar los brazos por su hijo», fueron las palabras escritas por la mujer, que adjuntó la foto de Ángel junto a su bebé y de la página del currículum vitae.
En ese documento, el padre de la familia narraba que había trabajado durante cinco años (entre 2012 y 2017) como gomero para dos empresas reconocidas y que durante la pandemia por coronavirus, entre marzo de 2020 y enero de 2021, se había desempeñado como albañil en una compañía instalada en la provincia de Buenos Aires.
El poder de internet provocó que en cuestión de horas, la cadena de ayuda a la familia de Ángel empezara a aceitarse y la ayuda comenzara a llegar de manera abrupta.
El posteo de Tolosa tenía apenas 10 compartidos cuando lo vio Agustina Lemucchi, una reclutadora IT de 25 años, quien también cumplió un rol fundamental en el desenlace feliz de la historia.
Lemucchi compartió la historia en su red de Linkedin y en cuestión de horas, las ofertas de ayuda aparecieron en su casilla de mensajes.
«Le dije que tenga esperanza, que a más tardar el día de mañana le íbamos a conseguir trabajo. Pero los méritos no son solo míos, al contrario, creo que solo fui un puente para que el objetivo se cumpla», agregó.
Entre las ayudas que le llegaron a Ángel en el transcurso de esa mañana se destacaron el dinero para hacer una compra considerable de alimentos en un supermercado y hasta un teléfono celular en el que pueda recibir las ofertas de trabajo.
Hoy, unas tres semanas después de que la historia saliera a la luz, Ángel recibió más de 5 ofertas de trabajo y se encuentra tramitando los últimos controles y pruebas para empezar a trabajar como mecánico en una reconocida marca francesa de automóviles.
Además, consiguió el dinero suficiente para al menos poder asegurarse un mes más en la pensión de Malvinas Argentinas donde reside junto a su familia. La idea es permanecer allí al menos hasta que cobre su primer sueldo.
«Es importante remarcar el contagio social que se generó a partir de esto. La gente conmocionada que empezó a querer ayudar. El objetivo de Ángel está cumplido, le ofrecieron trabajo, techo y comida. Pero hay mucha gente viviendo en la calle o en situaciones vulnerables que necesita ayuda, y hay que aprovechar ese contagio, no brindarle toda la ayuda a la misma persona, sino distribuirla, en cada barrio, ciudad o país hay alguien que esté necesitando una mano», explicó Lemucchi.
Por su lado, Ángel amaneció el pasado domingo en una situación totalmente diferente a la que atravesaba cuando esa mujer solidaria se lo cruzó en la puerta de una sucursal bancaria de Palermo.