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Kika Fumero, en el edificio Usos Múltiples II de la capital grancanaria, sede el ICI. COBER/GERARDO OJEDA
Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad

«Que el feminismo se divida duele, el enemigo está fuera»

La responsable del ICI sostiene que con la pandemia se han tambaleado derechos ya logrados por las mujeres

Teresa Artiles

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 8 de marzo 2022, 08:05

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Kika Fumero, activista feminista y del movimiento LGTBI que lleva tres años al frente del organismo de igualdad del Gobierno canario, le hubiera gustado una imagen de unidad en todo el país en este 8M. «Para luchar contra quienes niegan las violencias que nos atraviesan es importante ir juntas de la mano», sostiene.

–Este año el feminismo vuelve a salir a la calle por el 8M tras dos años marcados por la pandemia. ¿Qué importancia tiene recuperar las movilizaciones?

–La importancia tiene mucho que ver con la necesidad que tenemos las feministas de volver a tomar las calles, hacerlas nuestras, dar una imagen de fuerza, de unidad, sentir esas sinergias y energías que se crean cuando nos juntamos y reivindicamos los derechos que nos quedan por conseguir y por los que se han conseguido y se han tambaleado por esta pandemia.

–En Canarias no, pero esa unidad se ha quebrado en varios sitios del país como en Madrid, donde hay dos convocatorias. ¿Cómo vive esta división?

–El que en otros territorios haya división del movimiento feminista hasta el punto de que haya manifestaciones distintas se lleva con dolor. Como feminista, desde luego no es el escenario deseado. Estamos en un nuevo punto de inflexión propio de todo movimiento vivo, crítico y pensante, así lo enfrento a nivel personal, pero mi ilusión tras esta pandemia era salir y mostrarnos unidas, plurales y con un mismo objetivo. Tengo claro que el enemigo está fuera y que se han de generar los espacios necesarios para la escucha, el diálogo y el entendimiento. Me encantaría volver al 8M prepandemia, todas unidas en la calle, dejando esa fotografía tan importante para sensibilizar a la sociedad. Para luchar contra quienes niegan las violencias que nos atraviesan es importante ir juntas de la mano.

–¿Ha habido mucho retroceso en igualdad con la pandemia?

–Desde que se decretó el estado de alarma y se volvió a las casas se tomó de una manera casi natural, me atrevería a decir, una división sexual del trabajo muy clara y muy sorprendente en esta época. En lo privado los mejores lugares volvieron a ser tomados por los hombres, la corresponsabilidad en mucho lugares brillaban por su ausencia, las mujeres asumieron los cuidados hacia otros miembros de la familia o la carga mental de organizarlo todo y mantener la red afectiva... En ese sentido hubo una vuelta de la división sexual del trabajo que no esperábamos. Las cifras y estadísticas están ahí, los testimonios están ahí.

–¿Y teme que se mantenga?

–Sí, porque la pandemia ha acarreado una crisis económica que han sufrido mayoritariamente las mujeres. Ahí tenemos que estar el Gobierno y todas las instituciones públicas para visibilizar lo que está pasando, lo que no puede pasar y qué camino tenemos que seguir.

–También ha hecho hincapié en que la pandemia ha agravado la violencia machista, con más mujeres en riesgo.

–Hubo con el estado de alarma más mujeres en riesgo y a día de hoy sigue habiendo más mujeres en riesgo, menores y personas a su cargo. Hay que tener en cuenta que en toda crisis económica, social, en este caso también sanitaria y mundial, hay un repunte de la violencia de género, porque las emociones están a flor de piel, aumenta la sensación de impotencia, frustración, enfado, y eso hace que donde estaba el germen de la violencia se dispare y donde estaba disparada se acentúe.

–Y en este contexto aumenta el apoyo en las urnas a un partido que niega la violencia machista. ¿Teme que Vox, que rechaza las políticas de igualdad, entre en las instituciones canarias tras las próximas elecciones?

–Digamos que ese lobo todavía no lo tenemos dentro en Canarias pero las orejas del lobo no sé si las estamos viendo, pero temor sí hay. Creo que la sociedad, independientemente de a quién vote, se sea de derechas o de izquierdas, tiene que ser muy consciente de qué implica votar a un partido que en este caso vulnera y quiere violar derechos humanos fundamentales, principios democráticos y constitucionales, al negar todas las violencias machistas que sufren las mujeres, o su homofobia. Es un negacionismo brutal de una violencia con raíces estructurales.

–Un reciente informe de la Diputación del Común sobre cargos públicos en Canarias deja claro que las mujeres siguen siendo una clara minoría.

–Uno de los primeros informes que hicimos cuando entré en el ICI fue sobre la situación que había en el Gobierno metiendo las empresas públicas y la verdad es que el resultado dejaba mucho que desear. La fotografía nos pone en un espejo lo que hacemos y no podemos negar que se sigue adjudicando puestos y seleccionando a personas de un determinado sexo para los puestos de poder.

–Hace poco Nadia Calviño dijo que no iba a participar en ningún acto más donde fuera la única mujer, porque se seguía viendo normal que la mitad de la población no esté representada. ¿Se ha sentido igual en actos a los que ha ido?

–Me he sentido muchas veces en situaciones incómodas. Creo que es una actitud fantástica que hemos de tomar todas a una, juntas. Dejaría en evidencia que siendo la mitad de la población todavía no hemos llegado a donde tenemos que llegar, esa brecha alarmante que sufrimos también dentro de los cargos públicos.

–Pues lo podría proponer...

–Si todas nos lo proponemos cuando estemos en esa situación, sería la primera en unirme. Yo me he visto en situaciones donde me han llamado para avisarme de que iba a estar en una mesa con todo hombres... en ese caso sí dije que no iba hasta que hubiera más mujeres, y era para hablar de igualdad...

–Supongo que también habrá sufrido 'mansplaining', que en esos actos los hombres le expliquen a usted qué es la igualdad.

–Ha sido más de uno, y no solo que me lo expliquen, sino me han dicho qué tengo que hacer en mi trabajo, muy educadamente, eso sí. Eso no me ha pasado nunca con una mujer, darme sus opiniones sí, pero decirme qué tengo que hacer en mi cargo jamás.

–Hace poco denunció vía Twitter un titular de un medio canario que llamaba 'chica' a una investigadora canaria de primer nivel que entraba en la RAE. ¿Tan mal lo estamos haciendo los medios de comunicación?

–Los medios de comunicación me han preocupado mucho desde que entré en el ICI. Es cierto que ha habido una pandemia, un volcán, y hemos dedicado mucho tiempo a lo urgente. Pero hemos sacado formación y material sobre cómo tratar las violencias machistas, el lenguaje inclusivo, la imagen de la mujer... Yo sí veo un interés que antes, hace una década o más, no había, ganas de saber y formarse, cambiar la mirada. Pero hay medios en los que quienes toman las decisiones están menos por la labor. Normalmente si creo que debo decir algo como directora del ICI sobre algo publicado lo hago de puertas adentro. En el caso que menciona fue una falta de respeto y no podía dejar de posicionarme públicamente. Luego ese titular se cambió.

–Encara el último año de la legislatura como directora del ICI. ¿En qué centrará su trabajo?

–Pondré todas mis energías en el nuevo convenio plurianual con los cabildos, hasta 2030, con un refuerzo y aumento importante de todos los recursos que hay para la lucha contra la violencia machista y atención a las víctimas. También espero seguir el trabajo con los medios de comunicación y tocar un aspecto respecto a la violencia estética y gordofobia, que es el personal sanitario, donde hay una opresión y discriminación muy importante a la hora incluso de diagnóstico o tratamientos solo por ser mujeres que tienen un cuerpo diverso y gordo. Además, queremos dejar datos y estadísticas a nivel cuantitativo y cualitativo para que quienes vengan detrás puedan seguir trabajando temas como la trata con fines de explotación sexual, la mutilación genital o la situación de las mujeres de zonas rurales.

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