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Una esperanza contra la obesidad llamada digoxina

Una esperanza contra la obesidad llamada digoxina

Investigadores del CNIO descubren que este fármaco ya en uso en humanos corrige la obesidad en ratones y sin efectos secundarios

colpisa

Miércoles, 14 de abril 2021

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La obesidad es una enfermedad inflamatoria, es decir, una reacción defensiva crónica del organismo ante la agresión que le supone el exceso de nutrientes. Partiendo de ese conocimiento, un grupo de investigadores dirigido por Nabil Djouder, jefe del grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) decidió intentar combatir la obesidad evitando la inflamación, y ha tenido éxito. Su trabajo, que se publica esta semana en 'Nature Metabolism', muestra que un fármaco ya en uso contra enfermedades cardiovasculares, la digoxina, reduce la inflamación y logra una pérdida de peso de un 40% en ratones obesos, sin efectos secundarios.

La digoxina llega a revertir por completo la obesidad: los ratones tratados alcanzan el mismo peso que los animales sanos no obesos. Los ratones también se curaron de los trastornos metabólicos asociados a la obesidad.

«Es tentador proponer que los pacientes con obesidad podrían tomar digoxina durante un periodo corto, hasta estabilizar la pérdida de peso»

La digoxina actúa reduciendo la producción de una molécula llamada interleucina 17A o IL-17A, que generalmente provoca inflamación. El trabajo identifica así la IL-17A como elemento causal de la obesidad: «Cuando se inhibe la producción de IL-17A o la ruta de señalización que esta molécula activa no hay obesidad», dice Djouder.

Los investigadores han descubierto que la IL-17A actúa directamente en el tejido adiposo, causando la obesidad y las alteraciones metabólicas graves asociadas al sobrepeso. Estas patologías forman parte del llamado síndrome metabólico y son, entre otras, la diabetes de tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. La obesidad aumenta también el riesgo de padecer cáncer.

Los animales obesos perdieron hasta un 40% de peso incluso comiendo una dieta rica en grasa, y se curaron de trastornos metabólicos asociados a la obesidad

«Dado que a día de hoy no hay tratamientos médicos eficaces contra la obesidad ni el síndrome metabólico, la digoxina puede representar una opción terapéutica efectiva«, escriben en el trabajo en 'Nature Metabolism'.

Los animales, obesos por estar sometidos a una alimentación hipercalórica, siguieron comiendo lo mismo a la vez que tomaban digoxina. Sin embargo, mostraron una activación del metabolismo basal, que genera un consumo del exceso de grasa y la pérdida de peso.

El grupo de Djouder en el CNIO observó pérdida de peso ya a las pocas semanas, sin efectos adversos. Los beneficios se mantuvieron durante al menos 8 meses, lo que sugiere que no se desarrollan mecanismos de resistencia.

El hallazgo tiene por tanto relevancia clínica: «Es tentador proponer que los pacientes con obesidad podrían tomar digoxina durante un periodo corto, hasta estabilizar la pérdida de peso, y que después sigan una dieta saludable», dice Ana Teijeiro, primera firmante del trabajo. «El fármaco podría indicarse además contra patologías asociadas a la obesidad, como la hipercolesterolemia, la esteatosis hepática o la diabetes tipo 2», añade.

Pero los investigadores también subrayan que el resultado es en ratones, y requiere de estudios epidemiológicos y ensayos clínicos para ser corroborado en humanos.

Además de esta posible relevancia clínica, el hallazgo tiene valor básico porque «identifica un nexo causal entre inflamación y aumento de peso», dicen los autores. Se abren así vías de investigación cruciales para esclarecer los mecanismos moleculares que hacen de la obesidad una enfermedad inflamatoria.

«Gracias a este estudio sabemos que la pérdida de peso y los cambios metabólicos sistémicos están controlados por un mecanismo molecular único, la IL-17A, que actúa directamente en los adipocitos, cambiando su perfil genético y su capacidad de respuesta ante el exceso de nutrientes«, dice Djouder.

«Todavía no sabemos cómo los nutrientes activan la reacción inflamatoria ni qué células producen la interleucina 17A, es lo siguiente que vamos a estudiar», adelanta Djouder. Entender bien la conexión entre el exceso de nutrientes, la inflamación y la obesidad es indispensable para encontrar abordajes novedosos para tratar el aumento de peso«, añade.

El sobrepeso afecta a 1.900 millones de adultos

La obesidad «es un importante problema de salud que está aumentando de manera alarmante», escriben los investigadores en 'Nature Metabolism'. El sobrepeso afecta a 1.900 millones de adultos y la obesidad a 600 millones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y algunas predicciones estiman que en la próxima década se verá afectada la mitad de la población mundial.

Definida por los autores del trabajo como «acumulación excesiva de grasa normalmente causada por una sobrealimentación crónica y/o actividad física inadecuada», la obesidad no cuenta hoy con un tratamiento efectivo.

«Las opciones actuales son limitadas y no han mejorado en los últimos 20 años, debido sobre todo a la falta de conocimiento sobre la patofisiología de la obesidad y los mecanismos que rigen la acumulación de grasa», se afirma en la publicación en 'Nature Metabolism'.

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