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La nueva presidenta del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Ana Suárez, la primera mujer en acceder al cargo, tomó posesión este jueves en un acto en el rectorado en el que reclamó una financiación «justa» para las universidades públicas y consideró que era necesario firmar un contrato programa que les de «estabilidad financiera».
Suárez, que afirmó que desde el Consejo Social pretendía «impulsar la calidad y eficiencia de la actividad universitaria», destacó el papel de las instituciones de educación superior como el «ascensor social» y se comprometió «no solo a contribuir a crear un entorno universitario propicio para el crecimiento personal y el profesional».
La presidenta del Consejo Social recordó que este año la ULPGC celebra su 35 aniversario y que en estos años había contribuido al desarrollo de las islas. Sin embargo, añadió, «hay mucho por hacer». En ese sentido Suárez reivindicó la conexión con el empresariado canario. En resumen, dijo, «más y mejor colaboración público-privada».
También señaló la necesidad de preocuparse «por lo que sucede en las etapas previas a la universidad y lo que sucede después» y añadió que había que dar «mejor orientación a la hora de elegir una carrera universitaria» porque eso «contribuiría a mejorar la empleabilidad» del alumnado egresado. Además, continuó, cabe preocuparse por que «la oferta de egresados conecte con la demanda de perfiles que nuestras empresas necesitan».
«Nuestras universidades públicas tienen un talento excepcional, pero debemos mejorar la conexión con la sociedad canaria. Debemos avanzar concienciar de la necesidad de una financiación justa para la universidad y disponer de un marco estable de financiación para que puedan trabajar con perspectiva», dijo dirigiéndose a la consejera de Universidad, Migdalia Machín, presente en el aula de piedra.
Suárez tuvo palabras de agradecimiento para el expresidente del Consejo Social, Ángel Tristán Pimienta, de quien destacó su gran labor al frente del órgano fiscalizador de la ULPGC. Y recordó al expresidente de Canarias, Lorenzo Olarte, recientemente fallecido, porque fue con él con quien la ULPGC logró su independencia administrativa.
«Al cumplir 35 años podemos hacer balance de lo realizado. Reconocer los logros e identificar las áreas que hemos descuidado. Es fundamental una reflexión desde la responsabilidad. Dar respuesta a las demandas de la sociedad que nos rodea. El equipo rectoral puede contar conmigo, con mutua lealtad. Saben de mi compromiso social, mi talante conciliador y a la importancia que le doy a la educación», añadió.
El rector de la ULPGC, Lluís Serra, resaltó, por su parte, la importancia del trabajo conjunto «de los órganos de gobierno de la universidad y el Consejo Social». Serra dijo que la ULPGC está viviendo una época de «bonanza» y que eso se debe «a la sintonía». Reconoció la labor de Pimienta por su «compromiso y lealtad» y dio la bienvenida a la nueva presidenta del Consejo Social seguro de que «su talante» les hará «crecer juntos».
La última en tomar la palabra fue la consejera de Universidades, Migdalia Machín, quien reconoció también que las universidades públicas han sido «motor de desarrollo económico» de las islas. «El sistema educativo y las universidades tienen un papel fundamental y también las empresas que es donde se estructura el talento», añadió.
Machín dijo que desde su consejería el «mayor reto» era lograr «la transferencia de conocimiento» de las universidades hacia el empresariado canario, y reiteró que creía en el sistema publico universitario y que estaba trabajando «en un nuevo modelo de financiación de universidades públicas canarias vinculada en parte a objetivos» aunque no dio fecha para su rúbrica.
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