Familias de alumnos con autismo denuncian «discriminación institucional» y exigen inclusión real

La Asociación Sentirtea ha denunciado este viernes en el Parlamento de Canarias la «discriminación múltiple, repetida e institucionalizada» que sufren los alumnos con trastorno del espectro autista (TEA), reclamando acciones urgentes y reales frente a los «eslóganes» del Gobierno regional sobre inclusión educativa.

Durante su intervención en la comisión parlamentaria de Educación, Paula Corujo, secretaria de Sentirtea, relató la crítica situación que viven muchas familias en Lanzarote y otras islas, especialmente tras los recortes en la asignación de auxiliares educativos al inicio del curso, incluso en aulas enclave y para alumnos con trastornos graves o enfermedades como la diabetes.

Corujo denunció que las auxiliares educativas son tratadas como «recursos prescindibles», con contratos precarios y sin estabilidad, lo que repercute directamente en la atención que reciben los niños. Además, alertó sobre la imposibilidad de acceder a servicios como el comedor escolar, la acogida temprana o tardía, y sobre la necesidad de que «los recursos no estén solo para custodiar, sino para educar».

La representante también puso el foco en los efectos colaterales sobre las familias, como el caso de madres que se ven obligadas a dejar su empleo porque sus hijos no cuentan con apoyo suficiente en los colegios. A esto se suman los retrasos en los diagnósticos, los informes psicopedagógicos y la revisión de los grados de discapacidad.

«Sin diagnóstico no hay intervención, y sin intervención no hay inclusión», afirmó Corujo, quien advirtió de la «angustia y frustración» que esta realidad provoca, y del riesgo de generar «una generación de niños a los que se les niega el presente y se les condiciona el futuro».

Sentirtea exige el fin de los «parches» y reclama una estrategia de inclusión real, construida con las familias, asociaciones y el personal docente. Corujo lamentó además que el consejero de Educación, Poli Suárez, abandonara la comisión antes de su intervención, lo que generó críticas entre varios grupos parlamentarios.

Desde el Partido Popular se defendió que la salida del consejero fue una práctica habitual sin «mala fe», y se negó que existiera «maltrato institucional». Coalición Canaria, por su parte, advirtió que, pese a dedicar más recursos que nunca a la atención a la diversidad, la percepción general es de recortes, lo que evidencia una gestión ineficaz.

Nueva Canarias y el PSOE agradecieron el «baño de realidad» de Corujo y reconocieron la necesidad urgente de mayor inversión y de escuchar a las familias. Desde Vox, Javier Nieto admitió que el discurso de Corujo le «removió» y expresó autocrítica: «Se nos llena la boca de palabras... y luego no cumplimos».

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