Objetivo: volver a la rutina
Ayudar a los más pequeños a volver a los hábitos escolares de manera natural puede evitar la ansiedad, estrés y agobio del proceso. Regresar a las clases es algo que afecta a todos los miembros del hogar y, que requiere de una asimilación progresiva y positiva, además de planificación
L. B. L. / Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 14 de septiembre 2018, 14:23
La vuelta al coleen Canarias es un proceso que involucra no solo a los alumnos que regresan a las aulas, sino también a profesores, padres y madres, y a los hogares al completo. En este retorno a la rutina habitual de la agenda educativa, los expertos consideran que se deben involucrar todos los miembros de una familia, de manera que volver a clase sea un paso positivo y alentador para los pequeños y mayores de la casa. En este proceso, los estudiantes pueden sentirse perdidos, preocupados, estresados o sufrir problemas de ansiedad y falta de atención, ya que se trata de un cambio brusco que afecta a su día a día. Tras varios meses alejados de los horarios escolares, volver a ellos es parte de un proceso de adaptación que debe focalizarse y gestionarse de forma natural, ayudando al niño a ver este paso como algo lleno de entusiasmo, a la vez que se debe atender a signos de cansancio o estrés que puedan presentar.
Para solventar las consecuencias de este proceso, los especialistas en Psicología Educativa aconsejan seguir unas pautas, que aunque no eliminan el trastorno que supone volver a clases, sí que hace que el proceso sea más llevadero.
Volver a poner el despertador
Uno de los factores que más suele influir en la ‘vuelta al cole’ de los niños, especialmente en el caso de Infantil y Primaria, es la adaptación a madrugar de nuevo. En este sentido, según aconsejan los orientadores escolares, todos los miembros de la familia deben prestar especial atención a los síntomas o signos de fatiga que pueda presentar el estudiante, para así reformular la actividad de forma que el niño descanse adecuadamente. La mejor opción para evitar este cambio brusco a nivel de horarios es ser previsores, habituando al alumno a dormir las 8 horas recomendadas las semanas previas, ajustando paulatinamente los tiempos a la hora de irse a la cama y adelantando la hora de empezar por las mañanas. También la primera semana es clave en este proceso, ya que dormir lo suficiente será fundamental para mantener estable el estado anímico del escolar.
Ambiente saludable en casa
En el estado emocional y anímico del estudiante que se enfrenta a la regreso a las aulas será fundamental el entorno en que se mueva los días previos y en las primeras semanas. Los estudiantes, especialmente los más pequeños, se contagian con facilidad del estado del resto de los familiares y miembros de su círculo, por lo que mantener una actitud positiva que genere entusiasmo de cara al regreso a clase será decisivo en el estudiante. En este sentido, los expertos en Educación y los psicólogos advierten de la importancia de interiorizar este precepto por toda la familia, ya que el estrés, el agobio o la ansiedad de la vuelta al trabajo suele coincidir en el mismo plazo de tiempo y determinar la actitud con la que el niño vuelve al colegio. Los adultos deben mostrarse positivos, naturales y entusiasmados con este proceso, al igual que se debe evitar que los miembros más grandes de la familia, como es el caso de los adolescentes, no influya en el resto de los escolares.
Los padres como parte activa
Armar con ellos la maleta, comprar los libros y el uniforme, el material escolar, elegir estuches, puede convertir la ‘vuelta al cole’ en algo que genera expectación y emoción en los alumnos. Convertir la cesta de la compra del inicio de un nuevo curso en una aventura, en la que todos forman parte puede invertir la balanza y reformular el primer día de clase en un momento que los niños esperen con alegría. En este sentido, la participación de los demás miembros del hogar en este proceso es muy importante, ya que derivará esa posible ansiedad y preocupación ante lo nuevo, hacia el aspecto positivo de reencuentro con los compañeros y la emoción de empezar una nueva etapa escolar.
La primera comida del día
El desayuno es la comida más importante del día y posiblemente la primera pieza de una vuelta al cole saludable. Los nutricionistas advierten de la importancia de un desayuno con los nutrientes necesarios, que permitan al estudiante afrontar una jornada diferente y llena de esfuerzo físico y mental. Es importante, así mismo, que los niños dediquen unos minutos a hacer esta comida sin estrés y sin prisas, ya que puede ser un punto decisivo para que aborden el primer día en la escuela de una forma relajada.
Los niños necesitan de un desayuno equilibrado que atienda a una dieta nutricional específica para sus rangos de edad. En este sentido, los nutricionistas recomiendan apostar por productos como yogures, frutas, cereales, leche, frutos secos, zumos naturales y pan, alejándose de una dieta con productos procesados, industriales, azúcares refinados, bollos y dulces.