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Un encuentro positivo para avanzar en el objetivo común de que las clases se inicien a mitad de septiembre con seguridad. Así resumió ayer la consejera de Educación, Manuel Armas, su reunión con los representantes de los sindicatos docentes, familias y estudiantes, en la que se comprometió a recoger propuestas y sugerencias para mejorar el modelo de plan de contingencia de los centros educativos ante el coronavirus. Armas, que volverá a reunirse con la comunidad educativa el 31 de agosto, a tres días de que los docentes vuelvan a los centros, afirmó que los equipos directivos tendrán el modelo de medidas preventivas y cómo actuar ante contagios para luego adaptarlo a las especificidades de sus centros. Tener cerrado ese plan de contingencia para el 3 de septiembre es el principal objetivo de la comunidad educativa.
Además de concretar todos los protocolos de la vuelta a clase, Educación trabaja paralelamente en un «plan b» de digitalización por si tienen que volver a cerrar los colegios e institutos por una mala evolución de la pandemia, destacó la consejera, quien fue a la reunión junto al director general de Ordenación e Innovación Educativa, Gregorio Cabrera, y el secretario general técnico de la Consejería, Manuel Peinado. Ese plan de digitalización incluirá la formación del personal docente, una programación específica para la enseñanza no presencial y herramientas digitales para alumnado y profesorado. «Estamos poniendo todo de nuestra parte para que los centros abran con seguridad, pero quien manda primero es Sanidad», señaló la consejera en declaraciones a este periódico.
Los representantes de la comunidad educativa agradecieron a Armas la buena predisposición para oír sus propuestas. «Quizás ha llegado tarde, pero lo hemos acogido bien», resumía ayer Pedro Crespo, presidente de ANPE. Sobre los planes de contingencia, que desarrollarán como se debe actuar para prevenir contagios y si se produce alguno, la consejera señaló que el objetivo es que no se cierre un centro completo si se notifica alguna persona infectada. «Por eso están los grupos 'burbuja', para prevenir y minimizar los contagios si se producen», señaló Armas.
La consejera informó en la reunión de que se prevé contratar a otros 400 auxiliares de comedor, donde se mantendrán los mismos turnos y los grupos de convivencia estables estarán separados por mamparas. Sobre el transporte escolar, destacó que cada estudiante tendrá un asiento preasignado durante todo el curso en la guagua, donde irán siempre con mascarilla. Y respecto a la limpieza y desinfección de los centros, señaló que la Federación Canaria de Municipios (Fecam) «sabe de la necesidad de que haya una persona por colegio dedicado a esto». Para contratar a ese personal habló de la fórmula de los planes de empleo.
Lo que no concretó la consejera de Educación es cuántos profesores más van a contratar para el próximo curso, aunque es seguro que la plantilla aumentará «bastante», sobre todo en secundaria, donde la norma del metro y medio de distancia entre el alumnado obligará a reducir las ratios y desdoblar grupos. Armas afirmó que espera que la próxima semana tenga cerrado el aumento total de docentes, tanto en la enseñanza pública como en la concertada. Pero el nuevo profesorado no será contratado el curso completo, sino por trimestres prorrogables, ya que la evolución de la pandemia puede obligar a cerrar otra vez los centros.
Además, la consejera reiteró su compromiso con las familias a incorporar en el protocolo de vueltas a las aulas medidas para la acogida temprana y las actividades extraescolares y aclaró que en los espacios de acogida temprana el alumnado deberá usar siempre mascarilla.
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