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A los polluelos, amarillos y pequeños, se les mata a golpes contra un cubo, se les tira de forma masiva como si fueran montones de tierra, se les deja agonizar. En minuto y medio, la ONG Equalia muestra el «sufrimiento de los pollos» en dos macrogranjas ubicadas en España. Una en Sevilla y otra en Tarragona. Dice la organización animalista que las imágenes, de impactante contenido que puede herir la sensibilidad, las captó un infiltrado que trabajó en estos centro durante dos años. En estos lugares, gigantescas naves rurales, hay hacinamiento y crueldad. En el vídeo, que este periódico no reproduce pero pueden ser visto en YouTube, se observa cómo al crecer y convertirse en grandes pollos de plumas blancas son tratados a golpes y patadas, arrojados como sacos, apiñados en pequeñas jaulas.
Lo que denuncia Equalia no sólo es el trato infame al animal criado para consumo humano. También que estas prácticas no estén vetadas, a su juicio, de la cadena comercial española, y que esa carne llegue a los consumidores, ignorantes de las condiciones de cría y de las deformidades inherentes a los cruces genéticos para que crezcan más rápido.
La ONG señala a dos responsables por encima de los operarios y propietarios de las macrogranjas. Por una parte, a Aenor, a la que culpa de conceder certificados que luego sirven para lograr la aprobación de bienestar animal, y por otro lado a Lidl, empresa de alimentos que comercializaría con la carne de los animales maltratados. Ante el señalamiento, Lidl «condena rotundamente los abusos y el maltrato animal que se puedan mostrar en las imágenes y manifestamos nuestro completo rechazo ante cualquier tipo de práctica que vulnere los derechos de los animales». Aenor no respondió a los requerimientos de este diario.
La denuncia se centra en prácticas violentas que pueden provocar «la rotura del pico, extremidades, esternón, huesos o incluso la muerte», ocurridas en los años 2021 y 2022, en una granja de tres naves que reúne 100.000 aves en Villamanrique de la Condesa (Sevilla) y otra de dos naves en Roquetas (Tarragona). «El reportaje muestra presuntas violaciones a la normativa sobre bienestar animal», indica la ONG que asegura haber denunciado a los propietarios de las granjas y a la empresa Lidl. «A día de hoy no nos consta ninguna denuncia, ni a ninguno de nuestros proveedores ni a ninguna de las granjas con las que colaboran», asegura Lidl.
Sobre estas imágenes en particular, «ya hemos contactado con nuestros proveedores para averiguar si realmente se han grabado en una de sus fábricas o granjas», responde el departamento de Comunicación de Lidl a este periódico. «En caso de que así se demuestre, Lidl exigirá a su proveedor que deje de trabajar automáticamente con dicha granja, tal y como se especifica en su política de compras responsables, de obligado cumplimiento».
Ante la denuncia de Equalia, Aenor --que realiza certificaciones de bienestar animal a "explotaciones de diferentes especies" desde 2014 y tiene en vigor unas 15.000--, responde que "va a iniciar un procedimiento de investigación en las instalaciones certificadas (en los municipios señalados por la ONG) para contrastar los hechos denunciados. Este procedimiento se realizará en coordinación con el IRTA; propietario del referencial contra el que certifica AENOR en Bienestar Animal. En función de los resultados se aplicarían las medidas sancionadoras que procedan, conforme al Reglamento correspondiente; las cuales podrían desembocar en la retirada del certificado de constatarse incumplimientos graves".
"Tras una revisión de los expedientes en vigor, AENOR ha identificado que entre las explotaciones en activo de cría de pollos radicadas en Villamanrique de la Condesa y en Roquetes, cuatro están certificadas en Bienestar Animal".
Con esta denuncia, la ONG hace campaña por el 'Compromiso europeo del pollo' (ECC, por sus siglas en inglés). Esta norma de autorregulación para toda la cadena de valor, a la que se han adherido Eroski o KFC entre otras marcas, se contrapone a otra iniciativa por el bienestar animal, conocida como 'Sello welfair' (aunque hay otras regulaciones voluntarias en la industria, como Better Chicken Commitment). Indica Equalia que Welfair «atribuye como bienestar animal cualquier sistema de cría, incluso los que tienen niveles más bajos». Ahora, dicen, «por primera vez se graban estas imágenes en explotaciones avícolas certificadas» con este sello.
Lidl asegura que estuvo negociando con los responsables de ECC hasta 2021, cuando «las conversaciones lamentablemente quedaran interrumpidas de forma unilateral por parte de los representantes internacionales del Compromiso Europeo del Pollo», aunque la firma «se encuentra actualmente en contacto con ellos para continuar el diálogo». Dice sin embargo que solamente «nos podemos comprometer con aquellas medidas que tengamos la seguridad de poder cumplir de manera realista, tanto en la forma como en los plazos en cada uno de los mercados».
Entre las exigencias de ECC, respaldada por Equalia, está la «sustitución de razas de crecimiento rápido por razas de crecimiento más lento y natural». Varias de las imágenes del vídeo de la ONG se centran en este tipo de aves. «A medida que la demanda en bienestar animal aumenta, es esencial favorecer la transparencia más allá de los certificados ya existentes para asegurar que se comparte la información adecuada con los actores sociales, incluidos los consumidores, en las prácticas de bienestar animal», declara Julia Elizalde, mánager de campañas de Equalia.
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