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La cumbre de Glasgow arranca su segunda semana. EP
No hay dinero para reparar los daños del cambio climático

No hay dinero para reparar los daños del cambio climático

La segunda semana del foro arranca con disputa entre países ricos y pobres sobre la responsabilidad histórica en la crisis

Iñigo Gurruchaga

Enviado especial. Glasgow

Lunes, 8 de noviembre 2021, 16:38

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La presidencia británica de la conferencia, COP26, sobre el cambio climático, unió en la jornada del lunes la adaptación al calentamiento con el concepto de pérdida y daño, que se arrastra desde hace siete cumbres con polémicas sobre quién paga. La unión de ambos temas no gusta y ya se ha aireado el enfrentamiento persistente.

Para adaptar el territorio a las consecuencias del cambio en el clima, la COP celebrada en Varsovia en 2013 habilitó tres fondos para financiar proyectos en países en desarrollo. Pero los cálculos de coste por el Programa Medioambiental de Naciones Unidas(UNEP), que publica un informe anual, superan con mucho la actividad de los fondos.

Según el informe, las cantidades anuales que serán necesarias en 2030 para que los países en desarrollo puedan adaptarse al clima, si se cumplen las anunciadas reducciones de emisiones, sería en la parte alta de entre 120.000 y 250.000 millones de euros anuales. En 2050, siempre según la UNEP, estarían más cerca de 450.000 que de 225.000 millones.

PAÍSES EN DESARROLLO

  • 250.000 millones de euros anuales serían necesarios en 2030 para adaptarse al cambio climático

Las cifras con las que habría que compensar las pérdidas y daños causadas por el cambio climático en 2030, según el Fondo Mundial para la Naturaleza(WWF), serían mayores: entre 250.000 millones de euros anuales y 500.000 millones. Y en este aspecto, las cantidades ofrecidas por los países desarrollados son aún menores que las donadas para la adaptación.

El ministro de Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, se dirigió la pasada semana a los asistentes a la cumbre climática en Glasgow ataviado con traje y corbata, tras un atril, con dos banderas y un mar bellísimo como decorado, con el agua hasta su cintura. Denunciaba así, desde Funafuti, que su atolón se está hundiendo en el mar.

En Glasgow, este lunes, se proyectaron vídeos desde Papua Nueva Guinea en los que una voz describía también el impacto que la subida del nivel del mar está teniendo en la supervivencia de su población. Anegada la tierra, los lugareños tendrían ahora que sostener con cuerdas los árboles bananeros porque el suelo no los enraiza.

Agricultura, infraestructuras, agua y gestión de riesgo acaparan tres cuartas partes del capital que financia proyectos de adaptación a los diversos efectos que se achacan al calentamiento del planeta. Los presupuestos se han reducido como efecto de la pandemia y la deuda contraída por los estados no augura una pronta mejora, según la UNEP.

Tribunales

El objetivo de la agencia de la ONU es que los países que forman parte de la convención del cambio climático redacten un plan nacional de adaptación y comience su implementación. En el caso de pérdidas y daños, la petición es más simple y directa. Los países más afectados quieren dinero, que no tiene la 'Santiago Network'(Red Santiago), el organismo de la ONU dedicado a la asistencia técnica.

El vicepresidente de la Unión Europea, Frans Timmermans, ha afirmado en Glasgow que «hay razones para estar alegre», porque en esta cumbre se han anunciado compromisos que hubiesen parecido «casi imposibles» hace apenas dos años. El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, registró como «desalentador» que no estén las máxima autoridades de China y Rusia en esta cumbre.

Pero el grupo de países menos desarrollados(LDC, por sus siglas en inglés) se ha quejado públicamente de que los ricos se niegan a contemplar compensaciones por el daño que habrían causado sus emisiones desde la Revolución Industrial. El panel científico de la ONU al fin y al cabo achaca a esas emisiones la responsabilidad del calentamiento y a este los eventos extremos o lentos, como la subida del nivel del mar o las sequías.

Un anuncio de donaciones a fondos de adaptación que es la milésima parte de lo que la UNEP considera que será necesario anualmente en 2030, y la noticia del enfado de los países más pobres por la negativa de pago por los responsables del CO2 histórico, es el final de la primera jornada de la semana final de la cumbre.

En el inicio se presentó la reducción de emisiones como una decisión esencial. El objetivo de la presidencia era obtener unanimidad sobre una reducción porcentual del total de sus emisiones, igual a todos los países. Y quiere cerrar la cumbre negando el reparto equitativo de los daños acumulados. Entre otras razones, para evitar que las demandas en los tribunales sucedan a la diplomacia compleja en Glasgow.

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