Denuncia por acoso a un policía de Bilbao que vigilaba a su mujer con un GPS camuflado en su coche
La víctima confesó sus sospechas ante la Ertzaintza porque su expareja se presentaba siempre donde ella se encontraba
Ainhoa de las Heras
Viernes, 5 de diciembre 2025, 06:45
Una mujer ha denunciado al que fue su pareja sentimental, un agente de la Policía Municipal de Bilbao, por un delito de violencia de género. ... La víctima se quejaba de que el hombre, misteriosamente, sabía siempre dónde se encontraba ella y se presentaba allí. Sus sospechas se confirmaron al descubrir que el agente le había colocado un dispositivo GPS camuflado en su coche para vigilar sus movimientos, según ha podido saber este periódico en fuentes cercanas al caso. Un juzgado ha condenado al policía local por un delito de acoso a 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a una medida de alejamiento para que no pueda acercarse a la víctima.
La joven acudió el pasado sábado 29 de noviembre a una comisaría de la Ertzaintza en la Margen Izquierda para presentar una denuncia contra su exnovio por un delito de acoso. Se da la circunstancia de que el hombre ejerce en la actualidad como guardia municipal en la capital vizcaína, lo que le puede conllevar, además del reproche penal, un castigo disciplinario.
Oculto en el tubo de escape
La denunciante expresó su preocupación ante la Ertzaintza por el hecho de que el que había sido su compañero sentimental apareciera siempre y sin motivo aparente donde ella estaba. Con la ayuda de un familiar, localizaron una baliza de geolocalización oculta en el tubo de escape del turismo que ella suele utilizar y lo retiraron. El dispositivo fue intervenido como prueba del delito y del control que el investigado pretendía imponer sobre la víctima, y fue presentado ante el juzgado,
Tras recibir la denuncia, los agentes se lo comunicaron al día siguiente, el pasado domingo 30 de noviembre, cuando el acusado se encontraba trabajando en una inspección vecinal de Bilbao. Cuando salió de la guardia, el patrullero se presentó en una comisaría de la Policía autonómica donde prestó declaración y se le comunicó que había sido declarado como investigado.
Al día siguiente, el lunes 1 de diciembre, se celebró un juicio rápido en el Palacio de Justicia de Barakaldo, donde se instruía el caso y donde fue trasladado el atestado. En este tipo de procedimientos urgentes, cuando el acusado asume los hechos, se le rebaja la pena y la condena se convierte en firme y no puede ser recurrida.
Tras celebrarse la vista oral, el magistrado decidió condenar al acusado por un delito de acoso a su excompañera sentimental. El juez le impuso una pena de 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad, además de una orden de alejamiento de 100 metros durante un año. El agente tampoco podrá comunicarse con la que fuera su novia durante los próximos doce meses a partir de la sentencia.
Este episodio ocurrido en Bilbao guarda ciertas similitudes con la condena a un subinspector de la Policía Local de Granada, que ha sido sentenciado a dos años y ocho meses de cárcel por maltrato continuado a su mujer. En este caso, mucho más grave, se encontró también un dispositivo electrónico que contenía información reservada sobre la mujer que el agente había obtenido gracias a su trabajo, además de una copia de su terminal telefónico y correos electrónicos y fotografías, aunque durante la instrucción no se pudo demostrar que fuera él quien accedió a la información. También se le impuso una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima durante un año y ocho meses.
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