Confiesa que acuchilló a su compañero de trabajo en Mercavalencia harto de insultos y discusiones
El acusado se enfrenta a ocho años de prisión por tentativa de asesinato al atacar de forma sorpresiva a su víctima con una navaja
Ignacio Cabanes
Valencia
Miércoles, 12 de noviembre 2025, 09:04
Las continuas discusiones entre dos compañeros de trabajo en Mercavalencia estuvieron a punto de acabar en tragedia el 16 de noviembre de 2023 -y así habría sido de no ser por la intervención del personal del SAMU- cuando un trabajador acuchilló en el costado a otro con una navaja de siete centímetros que utilizaba para cortar los flejes del embalaje. Ahora el presunto agresor se enfrenta a ocho años de prisión por un delito de tentativa de asesinato tras confesar el ataque pero negar que tuviera intención de matarlo y alegar que actuó influenciado por el consumo de alcohol «harto de los insultos» que supuestamente le profería su víctima.
Curiosamente ha sido la declaración del agredido la mejor defensa de su agresor, al empecinarse en remarcar que su compañero de trabajo iba ebrio -sin ser seguramente consciente de que esto supone un atenuante para su agresor- y reconocer que antes de que le atacara con un arma blanca él le dio «una trompada y le rompió los lentes».
No obstante, ante las preguntas del presidente del tribunal, la víctima ha terminado por reconocer que no observó en su agresor ninguna muestra de que fuera ebrio más allá de haberlo visto tomándose una cerveza esa misma mañana. De ahí, que ni la Fiscalía ni la acusación particular aprecien ningún tipo de atenuante en este sentido, y soliciten una pena de ocho años de cárcel por un delito de tentativa de asesinato.
Tampoco contemplan la atenuante de confesión pretendida por la defensa, ya que si bien el propio agresor se presentó voluntariamente esa mañana en la comisaría de Abastos, su intención era la de denunciar una agresión y aunque admitió que él portaba un arma blanca, en ningún momento manifestó a los agentes que le hubiera acuchillado. Además, no hubo una colaboración efectiva y era conocedor de que las cámaras de seguridad de Mercavalencia habían grabado perfectamente el ataque y estaba plenamente identificado.
Esta agresión con arma blanca se produjo en la mañana del 16 de noviembre de 2023 cuando ambos trabajadores de Mercavalencia se enzarzaron en una nueva discusión. «Me tenía ya cansado, me trataba mal», asegura el enjuiciado en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia. Ese día, además de ser agredido por este, quien le dio un puñetazo -según la propia víctima ha reconocido-, había bebido más de la cuenta. Según alega el acusado, varias copas, cervezas, chupitos de cazalla y un carajillo. «No aguanté más y reaccioné así», se justifica.
Respecto al arma blanca utilizada, que los agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional localizaron en su taquilla, el procesado sostiene que era la navaja que portaba habitualmente como herramienta de trabajo para cortar los flejes.
La Fiscalía y la acusación particular sostienen que hubo alevosía sorpresiva -de ahí que soliciten pena por tentativa de asesinato y no de homicidio- al atacar a su víctima sin esgrimir ni mostrarle la navaja en ningún momento. De hecho, en el video se observa que la lleva oculta y con el puño tapando la hoja.
La víctima recuerda que su agresor le dijo que le quería matar pero él no vio en ningún momento el arma cuando se abalanzó sobre él cuando ya se marchaba. «Si le llego a ver la navaja no le dejo que me agarre», ha puntualizado.
Un cliente y varios compañeros tuvieron que mediar para separarlos, por lo que el crimen no se consuma por causas ajenas al autor. Así, los forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia han asegurado que la lesión por arma blanca en el costado suponía un «riesgo vital para el paciente pudiendo haber causado la muerte de no haber recibido asistencia médica urgente».
Además de los ocho años de prisión por tentativa de asesinato -relata 'las Provincias'- que solicitan las acusaciones, también se le pide una prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de su víctima por un plazo de diez años y en concepto de responsabilidad civil el pago de 17.850 euros. Concretamente 5.540 euros por las lesiones, 1.200 euros por la intervención quirúrgica, 5.012 euros por las secuelas y 6.100 euros por el perjuicio estético. El juicio podría haberse cerrado con un acuerdo de conformidad beneficioso para el acusado, pero dado el nulo esfuerzo reparador por su parte, la vista oral se ha celebrado y ya está visto para sentencia.