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Imagen de archivo de una sanitaria en una habitación vacía de un centro hospitalario de Canarias. C7
Los colectivos de pacientes piden un trato más humano con los hospitalizados

Los colectivos de pacientes piden un trato más humano con los hospitalizados

Los estrictos protocolos anticovid impiden el acompañamiento de los enfermos. Por lo general, solo se autoriza la visita de una sola persona con un pase nominal

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 12 de septiembre 2021, 02:00

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Caída con posible fractura de cadera. La afectada está en urgencias. Tiene 90 años. Está en un box. Desorientada. Sus sobrinas esperan noticias a las puertas del hospital, con la angustia de saberla sola. Nadie puede acompañarla. Los protocolos son estrictos. Hay que evitar a toda costa la entrada del coronavirus al centro sanitario, aunque para ello la humanidad también se quede fuera. Ni siquiera la rebaja del nivel de riesgo por contagio ha flexibilizado las normas para facilitar el acompañamiento de los enfermos en algunos hospitales canarios.

Este doloroso asunto fue denunciado este miércoles por el Obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, quien, en la homilía de la solemne eucaristía en honor de la virgen del Pino, instó a las autoridades sanitarias a humanizar la estancia de los enfermos y familiares en los hospitales, sobre todo de los pacientes terminales.

Y es que en buena parte de los centros hospitalarios del archipiélago, el acompañamiento a los ingresados por enfermedades diferentes a la covid está limitado a una sola persona, a la que se le autoriza la entrada al hospital con un pase nominal. Así no es extraño que una sola persona tenga que asumir en exclusiva durante semanas el cuidado de un pariente dependiente hospitalizado o compatibilizar el cuidado de una persona anciana con largas jornadas laborales con la certeza de que en ese tiempo nadie podrá atenderla.

Instan a buscar vías para garantizar la compañía a pacientes ancianos o con enfermedades graves o terminales

Este problema lo sufren especialmente los enfermos de cáncer hospitalizados, ya que el 70% de ellos son personas mayores de 65 años, explica el presidente de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Las Palmas, Fernando Fraile. «Lo he vivido personalmente y en personas muy allegadas. Especialmente sangrante fue el caso de una persona mayor hospitalizada por cáncer hace dos semanas en cuidados paliativos. Solo dejaban entrar a la esposa de 80 años. La mujer no podía más. A los hijos les daba pánico que le pudiera dar un patatús después de tres días sin dormir. Pidieron ampliar el pase a otra persona, pero les dijeron que tenía que ser para uso exclusivo de una persona con nombre y apellidos. Ni esa mujer ni sus hijos podían estar al lado de su pariente todo el tiempo», explica Fraile.

En todo caso, la cara más amarga de este protocolo se muestra a las personas con enfermedades terminales. «Llegar al momento final en absoluta soledad es terrible. No tiene ningún sentido», explica el portavoz de los pacientes de cáncer en Las Palmas.

Fraile reconoce que en el hospital no puede haber trasiego de visitas por la pandemia, pero pide que se flexibilicen las normas atendiendo a las circunstancias de los pacientes. «Aquello no puede ser la calle Triana, pero hay casos y casos. Los pacientes realmente graves deberían tener la oportunidad de tener a alguien al lado para no sentirse solos».

El acompañamiento, cuenta, es mucho más importante de lo que se cree. De hecho, pese a que la asociación está embarcada en muchos proyectos de ayuda a los enfermos de cáncer y de investigación, el servicio de la AECC más valorado por los pacientes era el acompañamiento que prestaban los voluntarios en las plantas de oncología de los hospitales y que fue interrumpido con la pandemia.

«Si hay protocolos hospitalarios estrictos y las cifras de contagios están bajando, va siendo hora de que abramos un poco la mano en una cosa tan importante como la atención personal a los pacientes, ya sea en la habitación del hospital o en las larguísimas esperas para una quimioterapia», afirma el representante de AECC Las Palmas.

Rosa María Rodríguez, presidenta de la Fundación Canaria Alejandro Da Silva contra la Leucemia, coincide con Fraile. Ella misma ha vivido el problema al no poder acompañar a dos familiares ingresados. Dice que los enfermos necesitan compañía para que el día se les haga más grato y recuerda que hay personas que necesitan ayuda para moverse, caminar o comer.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Canarias, Benigno Martínez, indica que el colectivo no ha recibido quejas en este sentido y asegura que la situación cambia mucho dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de la edad del paciente. «Las personas jóvenes se pueden defender bien, pero los mayores no», explica Martínez quien entiende que otorgar un pase personalizado a un único acompañante es, dependiendo del caso, inhumano y nada lógico.

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