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Punto de la costa de Groenlandia donde se produjo el derrumbamiento de un glaciar. Involcan
Detectado en Canarias el tsunami de Groenlandia

Detectado en Canarias el tsunami de Groenlandia

La Red Sísmica Canaria del Involcán registró la señal procedente del desplome de un glaciar ocurrido el 16 de septiembre de 2023

CANARIAS7

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 16 de septiembre 2024, 17:27

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Las estaciones sísmicas canarias también registraron la señal vinculada al deslizamiento de un glaciar en Groenlandia y su posterior tsunami ocurrido el 16 de septiembre del año pasado y cuyo origen se desconocía hasta la semana pasada.

Según indica el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), la señal acústica se registró en la Red Sísmica Canaria a las 12.35 horas de aquel día, cuando tuvo lugar un impresionante deslizamiento en el fiordo Dickinson, localizado al este de Groenlandia.

La institución científica precisa que el volumen de este deslizamiento se ha estimado en aproximadamente 25 millones de metros cúbicos de roca y hielo que, al impactar con el agua del fiordo, generaron un tsunami que pudo alcanzar «los 200 metros de altura».

A raíz de este acontecimiento, toda el agua en el fiordo comenzó a oscilar durante un periodo de alrededor de 92 segundos y con una altura de hasta 7 metros.

Señal sísmica registrada en Canarias del tsunami de Groenlandia. Involcan

«Dichas oscilaciones persistieron por más de 9 días y generaron una señal sísmica tan potente que se pudo registrar en todo el mundo».

Según Involcán, este tipo de evento sísmico es inédito ya que «no se había observado anteriormente y, posiblemente, es una señal de alarma con respecto al cambio climático que afecta negativamente, cada día más, a los glaciares de nuestro planeta».

Descubrimiento reciente

El insólito origen de la señal sísmica se dio a conocer hace solo unos días, el pasado jueves 12 de septiembre, cuando se publicó en la revista 'Science' un estudio internacional y multidisciplinar sobre el evento registrado el año pasado, liderado por el geofísico Kristian Svnnevig, del Instituto de Investigaciones de Dinamarca y Groenlandia (GEUS).

Los investigadores -entre ellos varios científicos de las universidades de Granada, Málaga y Sevilla- utilizaron datos e imágenes del lugar tomadas por el Ejército danés, con diversas técnicas geofísicas y la ayuda de un modelo matemático, según recoge la agencia Efe.

En conjunto, todos estos datos permitieron al equipo averiguar el origen de la misteriosa señal sísmica y descubrir que había sido provocada por el desplome de un pico montañoso de 1,2 kilómetros de altura en el fiordo Dickson, lo que generó una ola de 200 metros de alto.

La ola, que se extendió a lo largo de 10 kilómetros del fiordo perdió altura en pocos minutos y «se estabilizó en una onda de siete metros que hizo que el agua del fiordo se moviera de lado a lado, balanceándose a una frecuencia determinada que duró nueve días», explicó Manuel J. Castro-Díaz, matemático de la Universidad de Málaga y coautor del estudio.

Este largo bamboleo del agua, que en geofísica se conoce con el término 'seiche' y que puede ser causado por diferentes fenómenos atmosféricos, produjo la señal sísmica global que resonó durante nueve días y que fue detectada por sismógrafos de todo el planeta, desde el Ártico a la Antártida.

La avalancha de rocas y hielo que desencadenó este fenómeno fue provocada por la pérdida de grosor del glaciar: «a consecuencia del cambio climático el glaciar fue adelgazando, lo que hizo que las rocas que estaban debajo estuvieran más inestables, menos recogidas» y acabaran desprendiéndose hasta el agua del fiordo, apuntó Castro-Díaz en declaraciones a EFE.

Más frecuentes por el cambio climático

De alguna manera, el trabajo muestra que «los fenómenos como este ocurren, van a seguir pasando y pueden suceder con mayor frecuencia», concluye el investigador español.

Para Svennevig, este estudio analiza «el primer deslizamiento de tierra y tsunami observados desde el este de Groenlandia, lo que demuestra que el cambio climático ya tiene importantes repercusiones allí».

Según los cálculos del equipo, en la avalancha cayeron al fiordo unos 25 millones de metros cúbicos de roca y hielo (el contenido de 10.000 piscinas olímpicas), lo que generó «uno de los mayores tsunamis de la historia reciente» en un lugar situado en una ruta que usan los cruceros turísticos que visitan los fiordos de Groenlandia.

Afortunadamente, ningún crucero se encontraba cerca del fiordo Dickson el día del corrimiento de tierras y el tsunami, pero de haber sido así, las consecuencias de una ola de tsunami de esa magnitud podrían haber sido devastadoras.

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