Canarias viene de su cuarto verano más cálido y este será «más caluroso de lo habitual»

El verano de 2021 fue cálido en Canarias, algo que «no se puede considerar extraordinario», pero las islas soportaron tres olas de calor en menos de un mes, lo que lo convirtió en el cuarto verano más caluroso desde que se tienen registros, 1976. Así lo pone de relieve el Resumen Anual Climatológico que presentó este jueves la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en el que también se destaca que en los cinco años anteriores el archipiélago no había sufrido ninguna ola de calor.

La tendencia de este verano, además, será la misma. «Esperamos un verano más cálido de lo habitual y precipitaciones dentro de los normal», afirmó Jesús Aguera , delegado de la Aemet en Canarias.

La temperatura media en la España peninsular subió medio grado mientras que en los dos archipiélagos este aumento fue de 0,3 grados. El pasado año «fue el undécimo más cálido desde 1961 en España y el noveno del siglo XXI» y es la primera vez que «ocho años consecutivos salen con temperaturas superiores al promedio normal», dijo ayer Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.

«Las tendencias de temperaturas son alcistas. Pese a ello, este año no ha sido desde el punto de vista global el más cálido debido el fenómeno de La Niña, que aunque se da en el Pacífico afecta a todo el planea enfriando las aguas», explicó Aguera.

La primera ola de calor duró cinco días -entre el 15 y el 19 de agosto- y tuvo una anomalía de 5,8ºC. Fue una ola de calor «destacable y la más importante del pasado verano», señala en informe de la Aemet. En ella se alcanzaron os 44,3º en el aeropuerto de Tenerife Sur, llegando a los 42,4 en el aeropuerto de Lanzarote.

«Hemos registrado que los veranos en los últimos años se extienden en Canarias y aparece un pico de temperaturas elevadas casi en octubre y como los periodos secos se alargan», señaló Aguera. Un fenómeno que por el calentamiento global se está extendiendo.

El cambio climático, además, está aumentando la frecuencia de los fenómenos adversos «sobretodo de olas de calor, temperaturas elevadas y precipitaciones intensas», señaló Aguera. No así de la calima. «Tenemos en los últimos años datos anómalos. Hay menos episodios de calima con respecto a las décadas de los 60 y 70, pero están siendo anómalos, muy adversos. Necesitamos tiempo para analizarlo», afirmó.

También es destacable en las islas los vientos huracanados que provocó la borrasca Filomena, con rachas de 128 kilómetros en Vallehermoso, en La Gomera, o los 125 en Izaña, en Tenerife.

La Aemet avanzó el pasado martes que se vienen días muy calurosos en la península que podrían dar lugar a la primera ola de calor del verano. Ayer, Rubén del Campo, su portavoz, lo ratificaba. «Lo decimos siempre con cautela porque hasta que no acabe el episodio, no lo podemos atestiguar», decía. En cualquier caso, «van a ser días con temperaturas muy elevadas desde esta tarde hasta el martes», explicaba quien avanzó que los peores momentos se vivirán «entre el domingo y el lunes», donde los termómetros marcarán valores «de más de 40 o 42 grados» en puntos del valle del Guadalquivir y del Guadiana. Solo habrá un respiro en el Cantábrico, donde «no se pasará de los 25 grados», pero en el resto de la península y Baleares se alcanzarán temperaturas de más de 35 grados y las mínimas «serán muy altas», dando lugar a noches tropicales, sin descartar alguna noche tórrida «con mínimas de 25 grados» en puntos aislados de Extremadura y el este de Andalucía.