Benedicto XVI desvela que tiene amigos que no aceptan su renuncia

«Fue una decisión difícil. Pero la tomé con plena conciencia y creo que hice bien. Algunos de mis amigos un poco 'fanáticos' están todavía enfadados. No han querido aceptar mi elección. Pienso en las teorías de la conspiración que surgieron: hubo quien dijo que fue por culpa del escándalo Vatileaks, por un complot del 'lobby' gay, o por el caso del teólogo conservador lefebvriano Richard Williamson. No quieren creer en una decisión tomada conscientemente. Pero mi conciencia está tranquila», dice el Papa emérito.

A poco más de un mes de cumplir los 94 años, Ratzinger tiene ya solo un hilillo de voz que «va y viene» pero su mente se mantiene «lúcida y rápida, como los ojos, atentos y vivos», según el periodista Massimo Franco, que asegura que la imagen del anterior obispo de Roma es de «gran fragilidad física». En algunos momentos de la conversación incluso necesita que le «traduzca» su secretario personal, el arzobispo George Gaenswein.

Benedicto XVI demuestra que sigue la actualidad e incluso opina sobre los nuevos jefes de Gobierno de Estados Unidos e Italia, Joe Biden y Mario Draghi, respectivamente. Al hablar de Biden, el segundo presidente católico del país tras John Fitzgerald Kennedy, secunda las dudas de los obispos estadounidenses acerca de su postura frente a algunos temas espinosos. «Es verdad, es católico y practicante. Y personalmente está contra el aborto. Pero como presidente tiende a presentarse en continuidad con la línea del Partido Demócrata. Y sobre la política de género todavía no hemos entendido bien cuál es su posición». Mientras que sobre el primer ministro italiano afirma: «Esperemos que consiga resolver la crisis. Es un hombre muy estimado también en Alemania».

En su conversación con el 'Corriere della Sera', Benedicto XVI habla sobre la visita que Francisco iniciará este viernes a Irak, donde permanecerá hasta el próximo lunes. «Creo que es un viaje muy importante. Por desgracia tiene lugar en un momento muy difícil, lo que lo hace peligroso por razones de seguridad y por el Covid. Y luego está la inestable situación iraquí», sostiene Ratzinger, prometiendo que «acompañará» a su sucesor «con la oración» durante la visita.